Argentina podría comprar el 70% de las exportaciones de soja de Paraguay en el 2020, resaltó este jueves Bloomberg. Paraguay probablemente exportará alrededor de 6 millones de toneladas de soja este año, y se espera que la industria de la trituración de Argentina siga como el principal comprador, según declaró José Berea, presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
Paraguay tendría dificultades para encontrar mercados alternativos para sus frijoles si el nuevo gobierno de Argentina reactiva las restricciones a las importaciones de soja. La soja estadounidense desplazó al frijol paraguayo de los mercados de Europa y Medio Oriente, resalta.
El reporte menciona que Argentina esperaba comprar de 4 a 4,5 millones de toneladas, con hasta 1,5 millones de toneladas destinadas a Rusia. El vecino país es el mayor comprador individual de soja paraguaya 2017-2019, según la fecha compilada por el Banco Central del Paraguay.
“Argentina paga los mejores precios por la soja cruda”, dijo Berea al portal internacional. La industria de trituración doméstica de Paraguay ya está operando a más del 80% de la capacidad instalada, por lo que costará vender si el mercado argentino cierra, según acotó el empresario paraguayo, quien ve a China como una oportunidad para diversificar los mercados de exportación de Paraguay a largo plazo.
Los agricultores comenzarán la primera cosecha de soja la próxima semana y la Cámara que espera una producción de 9,5 millones de toneladas y rendimientos de hasta 3.000 kilos por hectárea.
En la última zafra sojera 2018-2019 tuvo un cierre bastante complicado para el sector. Esto se dio a raíz de los periodos de sequía, que no se superan aún incluso en otros países de la región como Argentina, además de Paraguay.
En todo el 2018, desde Paraguay se exportaron un total de 8,7 millones de toneladas de soja.
Previsiones. De acuerdo con los informes periodísticos que llegan desde Argentina, las proyecciones para el primer trimestre en el rubro agrícola no son muy alentadoras, teniendo en cuenta la falta de lluvia en zonas productivas, muy similar a lo que sucede a nivel local.
Ante esta dificultad climática, los economistas locales sostienen que el “efecto rebote” que se espera para el 2020 se encuentra condicionado. Los pronósticos de lluvias para los meses de enero, febrero y marzo, cruciales para determinar el rendimiento de los cultivos de la campaña gruesa, no son favorables, expresa un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, divulgado por el portal Iprofesional.
Fuente: La Nación.