Morixe & Asociados | Chicago cayó este jueves pero no fue la mayor novedad, sino un reflejo de la situación vivida en los demás mercados financieros, en donde pareció coordinarse las noticias pesimistas para que los inversores siguieran procurando las salidas, liquidando contratos y buscando quedar con plata en mano.
Y es que las malas noticias se sucedieron desde la noche anterior, la tarde del miércoles o depende desde cuánto uno empiece a contar.
A la categorización del Coronavirus como pandemia, por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se sumó la decisión del presidente Trump de suspender los vuelos provenientes desde Europa durante 30 días, lo que no hizo más que atizar el fuego.
Asimismo, se conoció la noticia de suspender la NBA, al dar positivo a un test de coronavirus 2 jugadores. Todo esto se sumó a la guerra de precios declarada entre Rusia, Arabia y el resto de los países productores de crudo, nucleados en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
A esto, se sumó la noticia que el vocero de comunicación del presidente Bolsonaro contrajo coronavirus. Pero la mayor noticia es que hace poco este funcionario estuvo en contacto, no solamente con el propio presidente de Brasil sino también con Donald Trump.
En resumen, sin entrar en detalles sobre la suspensión de actividades en Paraguay, Copa Libertadores, Eliminatorios para Catar 2020 y demás aspectos, el mercado mostró su peor cara, con las órdenes puestas en vender.
En Wall Street se produjo la mayor caída en puntos de la historia, tanto del Dow Jones (histórico índice de referencia de empresas industriales) como del S&P 500, que nuclea a las empresas de servicios. Los desplomes señalados, dispararon la interrupción automática de la sesión, establecida en el protocolo como medida de seguridad. En San Pablo pasó lo mismo, al caer el índice que nuclea las acciones de las principales empresas de Brasil (Ibovespa).
Los analistas consultados refieren a que todavía no se ve un plan de abordaje al virus que sirva para bajar las tasas de contagio y de muerte. Se toma el caso de Italia como lo que no debe hacerse, ya que allí se dispararon estos índices, lo que colapsó la capacidad de respuesta del sistema de salud, al no poder atender a todos los que lo requieren.
El maíz bajó, en torno al 2,5% frente al cierre del miércoles, por segundo día consecutivo. La debilidad de los mercados accionarios y de energía arrastró consigo al maíz, si bien las bajas fueron sustancialmente menores que las pérdidas de los mercados no agrícolas.
La soja cayó, si bien fue por debajo de las bajas en el maíz. La salida de los inversores de todos los activos que signifiquen algo de riesgo barrió con todos los mercados, aunque es de destacar que las bajas de la oleaginosa no hayan sido tan pronunciadas.
El trigo volvió a retroceder, con pérdidas que resultaron moderadas a escasas, tras las liquidaciones de contratos. Pese a que los datos sobre ventas de exportación, divulgados este jueves, fueron bajistas tampoco agregaron presión negativo sobre los precios del cereal.
Fuente: El Agro.
