Uno de los desafíos importantes del sector agroexportador es exportar granos de soja y derivados a China Continental, el mayor comprador mundial de la oleaginosa. Se iniciaron las negociaciones. Es un proceso que se tiene que cumplir y se espera obtener el ingreso a este destino antes del par de años, manifestó José Berea, presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).

Expresó, además, que los productores de la región tienen acceso a China y destacó que Paraguay también debe lograr este objetivo. El producto tiene más de 40 mercados habilitados en la actualidad y que cuantos más destinos estén activos, mejor es para el sector.

Representantes de Capeco viajaron a China este año e hicieron contacto para habilitar el comercio y manifestaron que las reuniones fueron muy positivas.

LOS DESTINOS

La Unión Europea sigue siendo el principal mercado de la soja paraguaya y representa el 27% de lo exportado, según Capeco. Si bien el mercado europeo mantiene su liderazgo en el ranking de destinos de la oleaginosa local, se redujo la concentración, generándose una mayor diversificación de los mercados. El segundo mayor importador fue Rusia, con un 19% del volumen total exportado entre enero y octubre del 2014.

Siguen el listado, Brasil y Turquía, con 12% cada uno. El 30% restante de la soja se exporta a mercados de América del Norte, Asia menor y Medio Oriente, principalmente.

En términos generales, se han exportado 4.854.171 toneladas durante el presente año, 0,35% menos que en la zafra anterior, notándose la disminución debido al incremento importante en el procesamiento de la soja (aceites y pellets).

Entre enero y octubre de este año se embarcaron 2.091.203 toneladas de pellets de soja, lo que representa un incremento del 27% con relación al volumen exportado en el mismo periodo del año pasado, que fue de 1.646.477 toneladas.

Los envíos de aceite de soja, por su parte, se incrementaron 4,95% y totalizaron 470.922 toneladas en lo que va del año, según el informe de la Capeco.

Fuente: La Nación