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Nivel del río Pilcomayo podría repuntar con las próximas lluvias

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Nivel del río Pilcomayo podría repuntar con las próximas lluvias

De acuerdo con el sistema de monitoreo del Río Pilcomayo, hay pronósticos de lluvias en la cuenca alta entre el 9 y 15 de enero del corriente año, lo cual podría traducirse en algunos repuntes que podrán dar un panorama esperanzador a los productores del Chaco. No obstante, no serán crecidas considerables, por lo que el riesgo de desbordes es mínimo.

Desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) informaron que de darse la situación mencionada, permitirá que siga ingresando agua por los canales hacia Argentina y Paraguay, así como ocurre actualmente.

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Puntualmente en el caso de Paraguay, el último repunte leve que se reportó la semana pasada llegó a la zona de General Díaz, recorriendo 303 km en cinco días desde la embocadura paraguaya, de acuerdo al informe brindado por la Comisión Nacional para el Aprovechamiento Múltiple de Río Pilcomayo (CNRP).

Las aguas que llegan al canal paraguayo son de nivel medio y en este sentido hay que destacar que gracias a los trabajos de mantenimiento y limpieza realizados, siguen ingresando sin inconveniente de manera ininterrumpida a nuestro territorio, llevando alivio a ribereños y productores locales en el Chaco.

Bajante histórica en 60 años. A modo de contextualizar, el Río Pilcomayo viene sufriendo una sequía histórica, la cual se agudizó en el 2019 a raíz de la falta de lluvias en la cuenca alta.

La mayor bajante en 60 años se tuvo apenas hace un par de meses y al respecto, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) de Bolivia, manifestó en un informe reciente que con el primer episodio triple de La Niña en marcha durante este siglo (y la probabilidad de que se mantenga hasta principios del año 2023), este panorama para el sur de Sudamérica se agudiza, y requiere de medidas informadas por parte de las instituciones científicas y los gobiernos nacionales.

El déficit de precipitaciones que afecta a Bolivia comenzó en 2019 y continúa a la fecha, poniendo en jaque tanto a los productores locales como a los municipios, que ven afectado el suministro de agua y advierten una posible crisis energética con la disminución del caudal de agua en las represas hidroeléctricas”.