“Parece que algunos cheques tapan los ojos y otros la boca”, aseguró el Presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) sobre el relacionamiento de Paraguay con Taiwán que imposibilita exportar alimentos al principal comprador del mundo: China.

En el cierre de los 30° Congreso del CEA, Pedro Galli enfatizó que los gobernantes de Paraguay siguen empecinados en los 24 millones de habitantes de Taiwán, menos población que la ciudad china de Shanghái, y no ponen foco en el gigante asiático que consume 1 de cada 3 kilos de carne que se consumen en el mundo.

El líder gremial, que fue muy aplaudido en un auditorio con más de 400 participantes, dijo que el concierto internacional pide por los alimentos que produce Paraguay, pero “no podemos vender al mayor comprador mundial por una cohesión geopolítica que es una amistad que viene de dos dictadores sanguinarios que se encontraron hace 60 años y se juraron lealtad”.

Galli detalló que en las últimas décadas el complejo cárnico nacional duplicó el rebaño, incrementó por varias veces las exportaciones y los ingresos de divisas, y hay mucho espacio para seguir creciendo en cantidad y calidad, pero hace falta que los gobernantes entiendan cuál es el rumbo del país, cuya principal riqueza es la producción de alimentos.

“Es un razonamiento lógico de cualquier ciudadano que quiera ver progresar a su país”, resaltó Galli y subrayó: “Necesitamos que se den cuenta cuál es el futuro del país, y celebro que en un Congreso que debe transmitir tecnología se pueda contar qué sucede en el contexto mundial, cómo estamos como país y qué debemos exigir a las personas que tienen en sus manos las riendas del Estado”.

Y agregó: “Hoy no tenemos la posibilidad de crecer porque hay una serie de personas que dirigen el país que nos quieren engañar con cuentos que mucha gente se traga”.

Galli aseguró y reiteró que “no podemos seguir con una visión romántica de la diplomacia, una visión de diplomacia de la almohada. En un país serio que piensa en la economía, su gente, el progreso, no podemos seguir con una consigna de diplomacia de amistad creada por dos dictadores. El paraguayo es trabajador y no está acostumbrado a recibir limosnas”.