La industria frigorífica de Estados Unidos alcanzó una marca negativa la pasada semana al registrar más de 10.000 casos relacionados con el coronavirus en sus fábricas.

Al menos 170 fábricas en 29 estados han tenido uno o más trabajadores que dieron positivo por coronavirus y 45 trabajadores han muerto. Según USA Today, desde el inicio de la pandemia, los brotes en las fábricas han provocado al menos 40 cierres de plantas de faena y procesamiento de carne.

Estas interrupciones de actividad variaron de un día a varias semanas y causaron escasez de carne en algunas regiones del país, lo que llevó al presidente Donald Trump a emitir una orden para mantener abiertas las plantas.

A pesar de la medida del gobierno, muchas unidades permanecieron cerradas y otras interrumpieron sus actividades en los días posteriores al decreto del 28 de abril, lo que provocó que el Departamento de Agricultura de EEUU emitiera una nota advirtiendo que se tomarían “medidas adicionales” contra los frigoríficos cerrados.

La producción de carne roja mostró algunos signos de mejora la pasada semana con crecimiento en la faena de cerdos y vacunos, pero la producción quedó 36% por debajo de igual período del año pasado.