Con la trágica ejecución de los inversores alemanes Robert Natto y su esposa Érika Reiser, en manos del grupo criminal EPP, el pasado 28 de enero, en Concepción, no solo están en peligro las futuras inversiones en el campo, sino las vigentes desde años en el país, advirtió ayer un comunicado de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), presidida por el licenciado José Berea.

Los directivos de dicho gremio analizaron el tema en su primera sesión del año.

Berea explicó que a criterio del gremio, la pobreza se erradica con inversiones y trabajo y no por medio de la violencia como lo hace el EEP.

“La actividad agropecuaria en general se encarga de generar oportunidades y desarrollo en el campo, a través de toda su cadena, por ende necesita tranquilidad y seguridad para producir y generar la distribución de riquezas a través de la creación de empleos”, manifestó.

Destacó que Capeco repudia la muerte de los referidos productores que desde hace décadas apostaron por la producción de alimentos en Paraguay. “Exhortamos a las autoridades nacionales el cumplimiento de las leyes vigentes para castigar a los responsables del calamitoso hecho”, acotó.

En ese sentido, indicó que Capeco solicita a las fuerzas de seguridad que dupliquen sus esfuerzos para detener a los que actuaron en forma salvaje, a fin de que posteriormente sean juzgados por la justicia.

Por otra parte, la Unión de Gremios de la Producción (UGP) también exige que el Gobierno ordene y sustente las acciones que se necesitan para cuidar la vida y potenciar el trabajo honesto de sus habitantes.

Fuente: abc