×

“Debemos levantar el pie del acelerador y hacer una ganadería que produzca más kilos a pasto”

  • Compartir

“Debemos levantar el pie del acelerador y hacer una ganadería que produzca más kilos a pasto”

Culminado el primer semestre del 2023 el sector ganadero comienza a realizar las primeras evaluaciones de cara a afianzar el negocio en este segundo tramo del año. Uno de los que analizó en Valor Agro la situación del negocio fue el directivo de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (Appec), Ramiro Maluff, quien mencionó que esta primera etapa “fue dura”, sin embargo, visualiza un horizonte más razonable.

No obstante, el también representante de la Regional de San Pedro de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) manifestó que se debe pensar en una producción de costos más bajos si es que los valores de los granos vuelven a subir, en el que se imponga la producción de carne a pasto dado que hoy confinar animales con precios elevados es imposible. “Ante este escenario debemos levantar el pie del acelerador y hacer una ganadería donde se produzcan más kilos a pasto y menos kilos a granos”, destacó.

¿Qué evaluación hace del primer semestre del año para el negocio ganadero?

ypoti

Las cosas son muy dinámicas siempre. Pero arrancamos un año donde el valor de los commodities se disparó hacia arriba y eso perjudicó al precio del maíz, por ende al confinamiento y todo lo que es ganado a grano. Son tan dinámicas las cosas, que cuando el precio del maíz estaba en US$ 230 a US$ 240 por tonelada, realmente la gente lo único que quería era poner llave a los confinamientos, olvidarse de seguir andando en quinta planchado en la producción ganadera, y comenzar a trabajar en productor carne a pasto para tratar que los números puedan cerrar de una manera que sea más razonable. El año pasado fue muy duro y este primer semestre también fue muy duro. Pero el horizonte que vemos es razonable, el precio promedio de la tonelada de carne exportada viene subiendo y eso es auspicioso. Ahora debemos hacer el esfuerzo necesario para que el valor de la carne necesariamente fluya hacia abajo y llegue al productor, porque corremos el riesgo que la pérdida de entusiasmo perjudique a la producción ganadera.

¿Hoy observa a la ganadería como un negocio sostenible o existe incertidumbre del productor pensando en sus inversiones de cara al futuro?

Las cosas no están muy fáciles, mi visión es que necesariamente la ganadería continuará migrando hacia el Chaco. Hemos pasado dos años de una crisis hídrica salvaje en esa zona. En este primer semestre se restableció el nivel de lluvia y hoy se observa al Chaco absolutamente diferente, donde hay mucho pasto y eso hizo que disminuyera el volumen de animales disponibles para confinar en el Chaco o en la Región Oriental. Ante esto, considero que se impone una producción con costos más bajos, donde se debe pensar en producir más carne a pasto y menos carne a grano, si es que los valores de los granos no llegan a niveles donde nos permita volver a encerrar mucho ganado como pasó en los últimos dos años y que también acompañe el precio del ganado, porque pensar en confinar valores del macho en US$ 3,20 a US$ 3,30 por kilo al gancho, es imposible.

¿Mirar el negocio ganadero en pasturas y no tanto en el confinamiento, significa retroceder dentro del desarrollo ganadero que año a año apuntaba a una transformación enfocada en la intensificación?

Con los valores del ganado a US$ 3,20 o más bajos, porque hemos tenido valores que realmente asustan, pensar en seguir haciendo una invernada de 14 meses es imposible, se pierde dinero. Creo que esta estrategia de confiar que se daba de la mano por la situación que estaba pasando el Chaco, era necesaria para seguir produciendo y exportando los volúmenes que hoy exportamos. Pero ante este escenario, y según mi criterio, debemos levantar el pie del acelerador y hacer una ganadería donde se produzcan más kilos a pasto y menos kilos a granos. Ese tiene que ser el camino.

En ese esquema donde se busca ser más rentable aprovechando los recursos naturales, ¿es más difícil pensar en un buen desarrollo de la tipificación que diferencia precios entre los machos enteros de los castrados, pero que significa un mayor costo para el productor apostar al novillo?

Después de haber trabajado todos los sectores juntos, tenemos una norma paraguaya de tipificación. Lo ideal sería que para el animal premium se pague un precio superior al punto de flotación, porque si lo hacemos en el sentido contrario, de castigar al entero y pagar el premium por lo que se paga hoy, la tipificación no será agradable para el productor. Debemos alinear criterios productores e industriales para avanzar favorablemente en la etapa comercial de la tipificación. Hay que entender por qué tenemos tanta producción de toros en Paraguay, usar enteros significa tener un aumento diario de peso de 15% más. Por tanto, si nos dedicamos a producir novillos deberíamos entender que el productor va a necesitar un 15% más de precio del que se paga hoy para justificar castrar el animal y obtener un aumento diario de peso menor, esas son cosas que debemos ponernos a trabajar con la industria. También estar juntos en temas como la búsqueda de nuevos mercados. Paraguay como país pequeño necesariamente debe estar en comercios más valiosos, sin embargo, hoy estamos fuera de los principales destinos como Estados Unidos, Japón, y Corea del Sur. Si una identificación individual de todo el rebaño nos permite llegar a una trazabilidad, eso nos ayudará a mantenernos en mercados más valiosos, hacia ahí debemos apuntar, ese tiene que ser nuestro norte. Hay que hacer juntos las cosas que debemos hacer.

Entiendo que actualmente se concretan mesas público privadas sobre temas comunes del complejo cárnico, pero ¿qué es lo que está frenando para agilizar esas discusiones o lograr despegar desde el punto de vista de la producción?

Te diría que es gestión lo que está faltando. Y traigo a colación la historia de la ganadería en Paraguay, en los últimos 50 años por medio de la gestión de algunos pocos productores visionarios, no más de 50 o 100, pusieron la ganadería paraguaya pata para arriba y que fuera lo que es en la actualidad. La carne paraguaya es comparable con los mejores productos de la región y donde realmente el rebaño paraguayo cambió completamente. Tal vez lo que está faltando de nuevo es una gestión visionaria de gente que tenga el norte y el rumbo, ponernos a trabajar para volver a hacer lo mismo que hicimos hace 40 o 50 años.

¿Qué perspectivas tiene del mercado en esta segunda etapa del año?

El horizonte para el segundo semestre es más razonable que el primero que tuvimos, será más razonable porque vamos a tener menos oferta de ganado. Los confinamientos no se cargarán como el año pasado y la terminación del ganado a pasto va a diferir por lo menos seis meses más a consecuencia de no encerrar los animales, probablemente tendremos menos oferta en el segundo semestre que provocarán que los precios estén mejor para el productor. La industria con los valores internacionales que se están visualizando estará boyante, así que estimo que en esta segunda etapa el productor tendrá valores mucho mejor.

¿El ganadero está sintiendo la falta de algunas otras alternativas de negocios para concretar otro tipo de operaciones que no sean directamente con los frigoríficos, como la exportación de animales en pie?

Insistimos varias veces y siempre nos encontramos con discusiones internas en llevar adelante la exportación de ganado en pie. No tenemos las condiciones de salida al mar que tiene Uruguay para poder embarcar terneros durante el año. No obstante, hemos intentado abrir la posibilidad de exportar ganado en pie para faena inmediata y nuestro mercado más cercano y más real es Brasil, pero los valores tienen que darse también. Si Matto Grosso del Sur está con valores muy cercanos a los de Paraguay es más difícil, los números tienen que tener una diferencia más importante como para que podamos exportar, pero no terminamos de ponernos de acuerdo y por supuesto que la industria pegará el grito al cielo si es que intentamos enviar ganado terminado para faena directamente Mato Grosso del Sur. Sería entendible el reclamo de ese sector y sería una pena no poder procesar esa materia prima en la industria paraguaya. No deja de ser una realidad que deberíamos insistir si no conseguimos valores razonables por el ganado en Paraguay y si la diferencia de precios es significativa, pues tendríamos que tener esa posibilidad de exportar ganado en pie.

Por último, desde la Appec siempre existió el proyecto de trabajar en un frigorífico de productores, ¿se sigue estudiando esta posibilidad?

Internamente siempre dije que tenemos que celebrar cuando hacemos el análisis de un modelo de negocio y si lo descartamos porque no era razonable, es algo que tenemos que celebrar. Tuvimos algunas opciones que consideramos dentro de la Appec y descartamos porque no eran viables, ni razonables para embarcarnos en un proyecto de esta naturaleza. Si tenemos en vista armar en algún momento una estructura parecida a una cooperativa donde podamos participar de un eslabón más de la de la cadena cárnica y tener valores más razonables para el productor.