El subgerente de Inteligencia de Mercado de Minerva Foods para América del Sur, Alex Lopes, dijo en una entrevista en Valor Agregado en Radio Pa’i Puku 720 AM que “el pronóstico para el mercado internacional de carne bovina sigue siendo muy bueno”, con China como motor global. Sin embargo, en un contexto de costos altos y una proyección de suba de precio para el ganado, señaló que el productor debe mirar con atención los números en la estancia para no quedar fuera del mercado.
¿Cómo analiza el momento y proyecta el segundo semestre del año para el mercado internacional de la carne bovina?
El pronóstico para el mercado internacional sigue siendo muy bueno, por delante está China que es el motor global. Ellos van a seguir comprando mucha carne. Si bien el hato de cerdos está creciendo, no va a cambiar la demanda de carne bovina de los chinos, al revés de lo que se pensaba en los años 2019 y 2020. Además, los competidores de Sudamérica están con la oferta de carne trancada: Australia tiene un rodeo reducido, y Estados Unidos, que si bien muestra un buen volumen de carne, avizora años con una reducción de faena de hembras y menor oferta de proteína roja. Mientras que en Europa pudimos ver precios récords para los envíos del Mercosur. Entonces, el mercado se visualiza con una demanda fuerte, que tiene a Sudamérica como el mayor oferente de carne para atender las necesidades del mundo.
Paraguay tiene el desafío de no poder entrar a China y tener que encontrar oportunidades en otros destinos, ¿la buena demanda del país asiático podría ofrecer espacios en otros mercados para la carne bovina nacional?
Claro. Recuerden qué pasó cuando Brasil se quedó sin exportar a China por dos o tres meses a finales del 2021, generó mucha oferta en otros mercados y una baja fuerte de precios en el mercado internacional. China está comprando mucha carne, y absorbe mucho volumen de los competidores regionales de Paraguay, lo que genera más espacio para exportar a Chile, Medio Oriente, Rusia y otros destinos. Pero indiscutiblemente, los mejores valores de carne por cortes, como el delantero, se consiguen en China. Es un mercado en el que todos los frigoríficos quieren estar. Hay que mantener el motor vivo, que es China, porque con eso hay oportunidad de meter precio y volumen en otros mercados.
Con respecto a Rusia, supo ser un comprador importante del Mercosur hace varios años, y hoy es el segundo más importante de Paraguay. ¿Cómo observa la performance de Rusia una vez haya una tregua en la guerra?
Todas las empresas deben considerar tener la mayor cantidad de mercados habilitados, porque cuantos más compradores, hay oportunidades de ser más competitivo como país. Rusia tiene un gran problema con la guerra, con una logística difícil y un sistema de pago complicado; por tanto se dificulta exportar carne. Ellos no tienen producción de proteína, están en una situación global desolada y los precios de compra mejoran por la coyuntura. Pero es un mercado difícil de seguir y acceder por el momento. La posibilidad de enviar carne a Rusia va a depender de la guerra, porque las sanciones de Occidente están trancando mucho. Es un buen mercado en volumen, pero no es atractivo en precios.
¿Qué prevé en Estados Unidos? Paraguay está próximo a poder ingresar al mercado.
Los últimos datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) muestran una fuerte inflación de alimentos en el país, y ellos son grandes productores de carne. Hay buenos pronósticos para la exportación de carne paraguaya en mediano y largo plazo, en un mercado importante que vería disminuir su oferta en los próximos años. Sin embargo, es importante saber qué tipo de carne pretende Estados Unidos de Sudamérica, un producto sin grasa y con destino industrial. Pero paga muy bien. El futuro es alentador para Paraguay en Estados Unidos.
Considerando el contexto global, ¿cómo analiza el mercado de haciendas en Paraguay?
Hay una perspectiva muy positiva. El año pasado la faena, la producción y exportación de carne fueron récords. Y se suma la posibilidad de abrir Estados Unidos, que genera más fuerza. Pero es importante tener en cuenta que la pecuaria tiene ciclos de precios altos y bajos para todos los sistemas de producción, cría, recría y engorde. Ahora es una época donde se debe aprovechar a reducir costos, en un momento en que el poder de compra del engordador es mejor. El mayor costo en la producción es la compra del ganado joven, y es una buena fecha para comprar ese ganado porque está más barato que en otros momentos y va a generar facilidades para tener mejores resultados más adelante. Pero, por otro lado, no se puede descuidar el flujo de la estancia y tampoco dejar de poner tecnologías en la producción, buscando un animal jóven que pueda acceder a todos los mercados. En conclusión, el pronóstico es bueno, pero hay que mirar con atención dentro de la estancia para no quedar fuera del mercado, está sucediendo en Paraguay y en todas las ganaderías.
Considerando todo lo mencionado, ¿qué perspectivas manejan para el precio del ganado gordo para el segundo semestre del año?
Estacionalmente en el segundo semestre suben los precios. Este año hay un problema grande de costos, precio de maíz, entonces el confinamiento que va a sacar animales en la segunda mitad del año va a tener un poco más de dificultad aunque aparezca un mayor volumen en la zafriña. Es un tema mundial. El confinamiento se puede ver un poco más trancado. Pero todo eso, sumado a la estacionalidad, genera un escenario claro de alza de precios en el segundo semestre. Es difícil decir hasta qué punto, es un tema de oferta y demanda, relación que también va a depender del comportamiento de la faena de vacunos, que podría acercarse a los datos del 2021.
