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“Es un año justo para el corral, pero creemos que va a mejorar y en 2023 vamos a encerrar más”

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“Es un año justo para el corral, pero creemos que va a mejorar y en 2023 vamos a encerrar más”

En la época de mayor salida de animales de los corrales de engorde, los confinadores se encontraron con un mercado de haciendas amenazado por coyunturas internacionales que tuvo, como consecuencia, valores piso para la materia prima, cuando meses atrás se proyectaban los precios más altos del año.

El gerente de ganadería del Grupo Pettengill, Carlos Cáceres, comentó en Valor Agregado en Radio Pa’i Puku 720 AM que “estamos cerrando un año bastante justo en el confinamiento, pero muy positivo por los resultados de ganancia de peso con animales de 20 a 22 meses con 493 kilos de promedio en planta”.

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Cáceres dijo que la empresa tradicionalmente empieza a encerrar animales a finales de mayo y junio, con “el objetivo de llegar con los ganados más pesados para los meses de octubre y noviembre donde históricamente se logran los mejores precios, hecho que no sucedió en este año ya que en septiembre el valor de la hacienda empezó a bajar y quedó muy por debajo de los esperado”.

Todavía, en el confinamiento de la empresa queda un 20% del volumen total para entregar a la industria.

Explicó que el precio promedio de venta del año está en US$ 3,56 por kilo carcasa, sin embargo, en la medida que se empiecen a entregar los animales que están en los corrales, ese número va a ir bajando hasta llegar a US$ 3,48 a US$ 3,50 a la carne como media final

Confinamiento Grupo Pettengill.

A esos valores, Cáceres reiteró que el número de cierre de año es justo, pero indicó que la estrategia de encerrar animales más pesados incidió en un mejor resultado. “Si entrábamos con novillos livianos y había muchos kilos por subir y alimento que dar, seguramente el punto de equilibrio iba a ser muy diferente y los resultados serían negativos”, apuntó.

El Gerente de Ganadería del Grupo Pettengill dijo que el corral operó con un 80 a 85% por de animales propios, el porcentaje restante implicó compra; y el grano también es de la empresa.

Si bien el año fue desafiante, Cáceres dijo que para el 2023 la ganadera se va a preparar para encerrar una mayor cantidad de animales. “Vamos a encerar más animales, pero siempre mirando cómo se va moviendo el negocio. Estamos convencidos que va a mejor”, apuntó.

Y agregó: “Ojalá que sea un año de equilibrio para los mercados internacionales y normal para el novillo, con precios que puedan oscilar entre US$ 3,50 a US$ 3,70, y no un escenario de super precios que ya está demostrado que no es sostenible”.