Si algo no le faltaba al mercado cárnico internacional era más incertidumbre. En un mercado que venía chato por la corrección a la baja en los valores y una demanda débil en destinos claves de Medio Oriente, Asia y EEUU, el descalabro de la lira turca del viernes trajo aparejado un efecto dominó sobre el resto de las monedas de los emergentes que agregó un mar de dudas y genera ruido en cualquier tipo de intercambio comercial.
La carne vacuna no está ajena a ello. Los problemas de la economía de Turquía —inflación, déficit, devaluación— se convirtieron en una amenaza mundial durante la última semana, desde que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un aumento de los aranceles del aluminio y el acero provenientes de ese país en medio de una riña con el mandatario turco, Recep Erdogan.
La lira ha perdido más de 40% frente al dólar este año, en gran medida por las preocupaciones sobre la influencia del presidente Erdogan en la economía.
El desplome de la lira golpeó a las acciones asiáticas y europeas, debilitó las monedas de emergentes como Argentina, Brasil, Sudáfrica, así como también al euro, e impulsó la demanda en los mercados mundiales de monedas consideradas como activos seguros, entre ellos el dólar, el franco suizo y el yen.
Fuente: Faxcarne
