La economía de Brasil muestra claras señales de recuperación desde hace algún tiempo y pese a que el escenario político aún continúa siendo incierto, la realidad es que si se compara con el comienzo de la crisis política vivida hace casi un año, la realidad de hoy en día pareciera ser de más calma.

En ese escenario el real se fortaleció frente al dólar estadounidense, producto de expectativas acerca de que el gobierno congelará el gasto, aumentará algunos impuestos (a los combustibles) y de que a nivel internacional llegan señales de que podría reactivarse la inversión extranjera en ese país.

A su vez, la tasa de inflación anual de Brasil cayó más de lo esperado a mediados de julio, según datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), alcanzando un mínimo de 18 años, incluso por debajo del rango meta.

Esto alienta a que el Banco Central de Brasil pueda aplicar un mayor recorte a sus tasas de interés.

De acuerdo a los datos publicaros, el índice de precios al consumo de Brasil cayó a 2,78 %, en 12 meses medidos hasta mediados de julio. En junio la medida del indicador había sido de 3,52 %.

De acuerdo a lo que publica Reuters, la meta oficial para la inflación es de 4,5 %. A principio del año pasado la inflación anualizada casi alcanza a ser de 11 %. En julio, siete de los nueve índices relevados que conforman el IPC de Brasil registraban bajas.

Por su parte, ante este escenario el real se apreciaba hasta los R$/US$ 3,13, lo que posicionaba a la moneda brasileña en niveles mínimos, previo a la crisis política.

Mientras todo esto sucedía, el juez Moro, embargaba activos del ex presidente Lula por US$ 4,3 millones (cuentas bancarias, casas, un terreno y dos autos) y lo citaba a una nueva audiencia para el mes de setiembre.

Fuente: Tardaguila Agromercados