El presidente de la Regional Central Chaco de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Martín Filártiga Lamar, sostiene que es necesaria más transparencia en la faena para que los productores tengan mayor seguridad a la hora de comercializar su ganado. Dijo que es clave la reglamentación de un dressing máximo, la instalación de la balanza pre-dressing, la publicación de los datos de faena y que el precio del ganado realmente se fije por la oferta y la demanda, y no en cuatro paredes.

¿Cuál es el panorama de la producción en el Chaco paraguayo?

Actualmente la situación es muy crítica como consecuencia del tercer año consecutivo de sequía. A pesar de que los productores estamos acostumbrados a la seca, la situación es muy compleja por qué venimos con déficit de lluvias en el verano y entramos con muy poca humedad al invierno seco. Venimos de tres años consecutivos castigando a los campos, este año ya varias estancias se quedaron sin agua y para colmo tenemos que estar lidiando también con los frigoríficos que nos siguen de alguna manera metiendo la mano en el bolsillo con actitudes corporativas.

¿Cómo afronta el productor esta situación crítica?

Normalmente uno se prepara tanto en forraje como en agua para pasar el periodo de la seca, pero cuando ocurren tres años seguidos con pocas lluvias en el verano llegamos al invierno con pocas reservas y esta situación es muy difícil de afrontar.

¿Cuáles son los efectos directos que ya se están notando?

Disminución inmediata de los índices productivos que, como la ganadería es un negocio a largo plazo, lo que te afecta hoy te patea en los próximos años y lleva mucho tiempo reponerse de esto. Una cuestión crítica como ésta afecta inmediatamente teniendo que comprar recursos y reducir la carga en el campo. También como el sector está muy endeudado obliga a refinanciar las deudas, con créditos cada vez más caros.

¿Es justo el precio que recibe actualmente el productor por su ganado?

No, solamente no es justo el precio que hoy recibimos, sino el precio que venimos recibiendo desde hace tres o cuatro años por nuestro ganado. Las industrias toman medidas pactadas en conjunto para llevar hacia donde quieren el mercado. Aquí en Paraguay el mercado del novillo gordo no está marcado por la oferta y la demanda, está directamente pautado por lo que decide la industria. Necesitamos transparencia en la faena y respeto a la ley de la competencia. No puedo entender cómo, en Argentina y Uruguay, con una carga social e impositiva mucho más pesada para las industrias, los precios están mucho mejor que en Paraguay. También es cierto que no le vendemos ni un kilo al principal comprador de carne a nivel mundial, que es China Continental, y es una ventaja que tienen los países de la región. Hoy las ligas mayores se juegan en China y nosotros estamos ausentes. El mercado que realmente puede cambiar las reglas de juego es China.

¿Cuál es la solución que plantean en el tema del precio del ganado?

Lo normal es que lo regule el mercado, la oferta y la demanda, que seamos claros y transparentes, y que tengamos datos semanales de las faenas y de los precios. Hay muchas noticias positivas en las exportaciones, pero los productores seguimos en la misma situación. Lo que ocurrió en el 2020 fue una vergüenza, el novillo a 2 dólares el kilogramo fue directamente un robo a los productores. Hay un organismo estatal que es la Comisión Nacional de la Competencia (CONACOM) que debería de velar por estas cuestiones.

¿Cómo se puede lograr esa transparencia en la faena y en los precios?

En el tema del rendimiento, así como se está lanzando lo que es la norma de tipificación y clasificación de canales, sería bueno reglamentar el dressing y contar con una balanza más en la caja negra de los frigoríficos, que sería la balanza pre-dressing. Establecer un dressing máximo acabará con la discusión. Hoy nosotros tenemos solo una balanza kilo vivo y la balanza final. La balanza kilo vivo no nos sirve de mucho porque el rendimiento depende mucho del tipo de animal, cabeza, rumen, etc… entonces lo que realmente nos sirve es la balanza pre-dressing. En Uruguay, por ejemplo, el Instituto de Carnes publica semanalmente los porcentajes de limpieza que realiza cada industria desde la balanza pre-dressing hasta la balanza final, entonces el productor a la hora de vender su ganado conoce los porcentajes de cada industria. Este tipo de transparencias es lo que necesitamos. La certificación tiene que ser pública y obligatoria, los productores debemos acceder a la certificación oficial de nuestro ganado y la certificadora no puede seguir siendo empleada de las industrias. Si se reglamenta el dressing, si se habilita la balanza pre-dressing, si publicamos las informaciones y si podemos lograr que el precio se deje de decidir en cuatro paredes y sea el mercado el que lo fije, el productor va estar mucho más protegido y mucho más seguro en la comercialización de su ganado.

¿Cómo ve a la ganadería paraguaya con todos estos problemas?

Toda esta situación de sequía y precios han tenido como consecuencia una reducción de alrededor de 300.000 cabezas en los últimos años. Mientras tengamos que seguir pagando créditos caros, seguir refinanciando, tengamos que pelear con el clima y reducir la carga en nuestros campos, y que los frigoríficos se sigan aprovechando de alguna manera de la situación; nuestro stock de ganado se seguirá reduciendo y la industria, en poco tiempo, no va a tener más materia prima.

¿Cuáles son las tareas pendientes en la Región Occidental?

El Chaco tiene mucho por mejorar todavía, tenemos que empezar a ponerle segundos pisos a las estancias y no tratar de crecer en superficie, sino que volver más productivo al campo y apuntar a hacer más kilos por hectárea. La agricultura está entrando para ayudar, tenemos que meter tecnología, achicar potreros, preparar reservorios e invertir en agua. En genética estamos bien en general, pero hay que intensificar la producción.

¿Cómo ve a Paraguay en el mercado internacional de la carne?

Teniendo en cuenta que la carne es uno de los mayores rubros de exportación del país no podemos seguir estando fuera de China. Somos el único país sudamericano con relaciones diplomáticas con Taiwán; es cierto que Taiwán está comprando más pero jamás se podrá comparar al impacto que representaría poder exportar a China Continental. El desafío es seguir ingresando a mercados nuevos, categóricamente China, y también un marketing de nuestra carne para tener una marca de carne premium. Los desafíos son seguir expandiendo las fronteras y posicionar nuestra carne a nivel mundial.

¿Hace falta un Instituto Paraguayo de la Carne?

El instituto de la carne es lo que hace falta para que todo lo que estuvimos hablando se vaya dando. Para el tema de la transparencia en las faenas, los controles, el marketing de la carne en el mercado internacional, para todo eso necesitamos un Instituto Paraguayo de la Carne.

¿En el tema sanitario cómo ve la posibilidad de levantar la vacunación contra la fiebre aftosa?

Es un riesgo innecesario, lo que nos cuesta hoy en día tiene muy poca incidencia en el global del negocio y tenemos toda la estructura armada, entonces no veo la necesidad de dejar de vacunar. Mientras no haya un provecho que sacar de eso, no creo que sea conveniente el levantamiento de la vacunación.