El algodón vuelve a transitar un escenario de incertidumbre. A pesar de haber recuperado protagonismo en los últimos años, el cultivo cerró el 2025 con retrocesos en sus principales zonas productivas y con señales que anticipan una nueva campaña marcada por la prudencia.

En conversación con Valor Agro, el director comercial de GPSA, Fabián Pereira, confirmó que la inestabilidad climática fue un golpe directo para el algodón. “El cultivo en el Chaco y en San Pedro fue muy afectado por el exceso de lluvia, y eso hizo que muchos productores frenen sus decisiones de inversión”, explicó.

Recordó que el algodón “necesita muchas horas de luz y períodos secos” para lograr fibra de calidad, condiciones que no se dieron en la última campaña.

Pereira señaló que la sobreabundancia de precipitaciones, aunque fue favorable para soja y maíz, terminó generando daños significativos sobre el algodón, situación que llevaría a varios productores a reconsiderar su apuesta por el rubro para la campaña 2025/26.

El propio Grupo GPSA decidió no sembrar algodón en San Pedro en el presente ciclo. Según Pereira, la decisión respondió al análisis climático que anticipaba un escenario favorable para la soja, pero riesgoso para el algodón. “Optamos por abocarnos de lleno al cultivo de soja. Volver a probar algodón con este nivel de humedad iba a afectar otra vez el desarrollo del cultivo”, afirmó.

Sostuvo que en años más secos y con alta luminosidad, el algodón se vuelve una alternativa altamente rentable; sin embargo, en campañas con exceso de lluvias, la productividad se ve comprometida. “Cuando vemos condiciones climáticas severas, con tiempos de mucha sequía, el algodón es una alternativa importante; pero en escenarios de lluvia excesiva, sufre mucho”, puntualizó.

De esta manera, el algodón encara la campaña 2025/26 complicado y con la producción orientándose hacia opciones más seguras en un contexto climático imprevisible. Aunque sigue siendo un cultivo con potencial estratégico, las decisiones de inversión dependerán estrictamente del comportamiento del clima en los próximos meses.