“Parece algo anecdótico porque para mí que el trigo siempre valió más que el maíz. Se habla de US$ 150 la tonelada y con los costos de producción ahora técnicamente para empatar tenemos que estar por encima de los 3.000 kilos por hectárea”, dijo.

Remarcó que los bajos precios desmotivan a los productores para seguir apostando este cereal. Añadió que los dos años anteriores ya estaban con bastante menor precio y que por esta razón ya disminuyó el área de siembra en un 40%.

DESALENTADOR

“Como productor es muy desalentador volver a pensar en hacer trigo porque lastimosamente no se puede conseguir un precio mínimo al cereal y días pasados me discutí con un economista que decía que tenemos que analizar riesgos”, recordó Armin Wolff, productor de Obligado.

Explicó que los productores no pueden analizar riesgos porque plantan sin saber a qué precio mínimo llegarán a vender, en lo que llaman la oferta y la demanda. Lamentó la falta de compromiso de los molineros quienes a su entender tendrían el margen para ofrecer mejores precios solventándose en el consumo interno a pesar de la caída de las exportaciones.

“Faltaría un compromiso con mayúscula. Yo te produzco calidad en granos siempre y cuando el clima ayude y vos me des un precio. Hoy me obligo a hacer un trigo de baja calidad porque desde el gremio molinero dicen que es un problema del mercado internacional”, dijo.

Itapúa es el departamento con mayor producción de trigo aprovechando sus ventajas climáticas para el cultivo. La cosecha avanza y según el criterio de Wolff, los números no cierran.

“Yo creo que de aquí a dos años Paraguay va a salir del régimen de exportador de trigo y vamos a pasar nuevamente a ser importador de trigo porque los números no cierran, el costo de producción está entre 350 a 400 dólares la hectárea y aunque más tecnología signifique mayor posibilidad de aumentar los rendimientos, los costos son elevados”, señaló finalmente Armin Wolff, productor de Obligado, departamento de Itapúa.