El panorama del maíz zafriña paraguayo para el ciclo 2025 se presenta con perspectivas alentadoras, impulsado por un sólido consumo interno y un volumen consistente de exportaciones.
Según la analista senior de StoneX, Larissa Barboza Álvarez, “el mercado del maíz se mantiene firme gracias a un equilibrio saludable entre la oferta local y la demanda internacional, lo que refuerza la estabilidad del sector en el mediano plazo”.
De acuerdo con las proyecciones, la producción de maíz zafriña alcanzaría 5,7 millones de toneladas, de las cuales aproximadamente 2,4 millones se destinarían al procesamiento interno, mientras que 1,7 millones se orientarían a las exportaciones.
Esto deja un remanente cercano a 1,6 millones de toneladas aún disponibles para colocarse en el mercado externo antes del inicio de la nueva cosecha de 2026.
En palabras de Barboza Álvarez, “el sector maicero paraguayo suele ingresar a la siguiente campaña con niveles mínimos de stock o incluso sin remanentes, reflejando una comercialización activa y una demanda sostenida”.
Este comportamiento reafirma la eficiencia del flujo de mercado y la capacidad del país para mantener su competitividad regional.
Otro factor relevante es el basis del maíz, es decir, la relación entre el precio local y las cotizaciones internacionales. Durante el segundo semestre del año, este indicador tiende a volverse más atractivo debido a la reducción de los stocks y a la menor disponibilidad interna.
“Esa estacionalidad fortalece la competitividad del producto paraguayo y consolida su posición en los mercados internacionales”, señaló la analista.
En conclusión, las proyecciones para el maíz zafriña 2025 confirman un escenario optimista, caracterizado por una demanda interna firme, exportaciones dinámicas y una estructura de precios favorable.
Mientras la atención agrícola nacional se centra en el desarrollo de la soja, el maíz se consolida como un pilar esencial en la balanza comercial y productiva del Paraguay.
