El mercado internacional de los granos atraviesa un periodo de fuertes movimientos y señales contradictorias, en un momento clave para Sudamérica donde se ponen en marcha las siembras de soja.
En entrevista con Valor Agregado, el trader de commodities Federico Morixe analizó los factores que explican la reciente recuperación de precios en Chicago, las incógnitas sobre la demanda china y el impacto que tendrá el clima regional en la formación de valores para la campaña 2025/26.
Una suba que sorprendió al mercado: Chicago trepó más de US$ 50
Morixe calificó el comportamiento reciente de la soja como “una sorpresa para todo el mundo”, dado que la tendencia de los fundamentos no anticipaba un repunte tan marcado.
“La soja subió desde mediados de octubre de 391 a 430 dólares en la posición julio 2026. Algo está pasando: o China está comprando y no se está reportando, o hay alguna sorpresa en camino”, señaló.
El analista recordó que Estados Unidos esperaba una producción de 117 millones de toneladas y terminaría con 115–116 millones, apenas un millón menos. Junto a informes de menores stocks, el mercado reaccionó al alza. Sin embargo, la incógnita mayor está del lado de la demanda.
“China no compra en Estados Unidos. Cero exportación en los últimos meses. Es muy raro ver una soja subir así cuando el mundo produce más y China no aparece”, expresó.
Aun así, sostuvo que para el productor estadounidense estos precios son una gran oportunidad de cobertura.
Sudamérica, el eje que definirá el equilibrio global
Con Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay iniciando sus campañas, la atención del mercado se centra completamente en el clima y el avance de la siembra.
Morixe indicó que los pronósticos actuales sugieren potencial de altos rendimientos, pero advirtió que aún queda un largo camino por recorrer: “Brasil viene retrasado por el clima, Argentina también. Falta mucho. El mercado va a seguir cada milímetro de agua porque Sudamérica define el 2026”, remarcó.

Federico Morixe, trader de granos.
Las estimaciones para Brasil varían entre 180 y 200 millones de toneladas; para Argentina, entre 40 y 50 millones. Cada ajuste impactará directamente sobre la prima, las bases y Chicago.
“Si Brasil o Argentina tienen problemas productivos, Chicago puede seguir subiendo y las bases irse hacia cero. Pero si todo sale bien, los valores pueden volver a niveles de 380–390 dólares”, explicó.
El rol de China: la gran incógnita que sostiene la volatilidad
Para Morixe, la tensión comercial entre China y Estados Unidos es hoy uno de los factores de riesgo más importantes. Washington sostiene que las compras se reanudarán, pero Beijing no ha dado señales.
“Estamos escuchando una campana sola y no es el 100% de la información. La moneda se puede dar vuelta muy rápido”, advirtió.
El compromiso chino de comprar 12 millones de toneladas en esta campaña está lejos de cumplirse.
Recomendaciones para el productor: cautela, cobertura y no sobrevenderse
El trader remarcó que el principal riesgo sigue siendo climático, pero la incertidumbre comercial obliga a trabajar con estrategias de cobertura.
“El clima viene bien, pero no hay que sobrevenderse. Todavía pueden aparecer inundaciones o sequía”, dijo.
Recomendó aprovechar niveles altos de Chicago mediante herramientas de protección: “Si Chicago está muy bueno, aunque las primas no acompañen, es momento de tomar posiciones y bloquear precios por si cae. Si después sigue subiendo, el físico se venderá más arriba”, explicó.
Brasil como factor decisivo para la región
El vecino país tiene la capacidad de modificar el balance regional de precios tanto al alza como a la baja.
“Si a Brasil le va mal, va a comprar en Paraguay, Uruguay o Argentina y eso sube los precios. Si le va muy bien, produce más barato, está cerca de los puertos y China es su cliente preferido. Eso nos baja a todos”, señaló.
Además del volumen, el tipo de cambio del real es otro factor que podría presionar los valores FOB sudamericanos en los próximos meses.
