La actual campaña agrícola avanza con un clima inicialmente favorable, pero las bajas temperaturas registradas en las últimas semanas ya permiten anticipar un retraso en la cosecha de soja, un fenómeno que podría modificar el calendario productivo de toda la región.
En conversación con Valor Agro, el productor Marcio Giordani, de Santa Rosa del Monday, explicó que las temperaturas atípicamente bajas “alargan el ciclo de la soja” lo que implica que “antes del 20 de enero muy pocas parcelas se van a cosechar, al menos en esta región”.
Giordani detalló que en algunas parcelas se había registrado 13°C, una marca considerada “muy fría para la época”, capaz de frenar el crecimiento vegetativo.
“La soja necesita de calor para desarrollarse; con el frío no crecen igual”, señaló. Esta desaceleración no solo retrasa el avance del cultivo, sino que también incrementa la presión de enfermedades como roya y oídio.
Pese a estos efectos inmediatos, el productor indicó que la extensión del ciclo podría convertirse en un factor positivo si las lluvias se mantienen regulares durante diciembre y enero, ya que “cuando la soja alarga el ciclo y hay buena lluvia, la productividad tiende a aumentar”. Sin embargo, advirtió que aún se requieren al menos 60 días más de lluvias adecuadas para consolidar ese posible beneficio.
Giordani resumió la situación recordando que la agricultura es “una industria a cielo abierto”, completamente dependiente del clima. Aunque el productor realiza todas las prácticas necesarias para optimizar el rendimiento, la evolución del calendario de cosecha quedará determinada por cómo se comporten las condiciones climáticas en las próximas semanas.
