Los incendios forestales que han estado afectando a Bolivia no cesan; por el contrario, se acrecientan. El departamento de Santa Cruz de la Sierra continúa siendo el más afectado: mientras que dos semanas atrás documentaba 43 puntos de fuego, hoy registra 74. Debido a la situación, el Gobierno de Luis Arce declaró emergencia nacional el pasado sábado.

Según publicó Bloomberg, las conflagraciones en Bolivia comenzaron a presentarse a finales de junio, pero debido a su avance en el territorio, arrasando con 3,8 millones de hectáreas de bosque y pastizales, algunos países están ayudando a contenerlas, según las autoridades nacionales.

“Informamos al pueblo boliviano que instruimos al Ministerio de Defensa realizar la contratación de aviones cisterna para reforzar nuestra lucha contra los incendios en el país. Hasta el momento desplegamos más de 3.000 bomberos forestales en los puntos de incendio, a los que ya se sumaron los 60 bomberos forestales brasileños que arribaron hoy a las zonas afectadas”, comunicó el presidente Luis
Arce.

Pese al despliegue de miles de bomberos, el comandante de este equipo, Álvaro Castillo, expuso en diálogo con medios locales las dificultades logísticas que están teniendo para contener las conflagraciones. “Los campamentos no están al lado del incendio y los bomberos deben desplazarse
cinco, diez, veinte kilómetros hasta el foco de calor, ya sea para monitorear, extinguir o liquidar el fuego”, sustentó.

Entre los mayores afectos por los incendios sobresalen los productores agropecuarios, que además de denunciar los daños que han traído consigo el fuego, exigen al Gobierno identificar a los responsables.
“Hoy tenemos una cantidad considerable de equipos y maquinaria de los productores que han sido quemadas en pleno proceso de lucha contra los incendios. Las sanciones deben aplicarse a todos los responsables de originar incendios. Existen mecanismos técnicos para llegar a dar con los causantes”, afirmó la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) mediante un comunicado de prensa.