Especial para Valor Agro
En esta nota, los consultores Sebastián Riffel (Argentina) y Gustavo Guerreros (Paraguay) analizan la ganadería paraguaya en el contexto del Mercosur, comparando sus principales indicadores productivos con los de Argentina, Brasil y Uruguay.
A partir de datos técnicos y experiencias de campo, destacan el notable crecimiento del rodeo nacional, el potencial forrajero del país y los desafíos que aún limitan la eficiencia productiva.
“La ganadería paraguaya tiene un enorme potencial: por su base forrajera, su genética adaptada y la capacidad de incorporar tecnología para mejorar la eficiencia de los sistemas.”
Con una mirada práctica y de gestión, los autores proponen estrategias concretas para aprovechar la revolución forrajera en marcha y posicionar a Paraguay como uno de los polos ganaderos más competitivos de la región.
Aspectos comparativos de la ganadería de Paraguay y los países del Mercosur
En la presente nota analizaremos algunos aspectos relevantes de la producción ganadera en Paraguay comparada con Brasil, Uruguay y Argentina. Por un lado se describe la situación actual, pero además se deja ver el enorme potencial de producción de carne que tiene este país.
Stock vacuno y faena: El stock vacuno actual de Paraguay es de 13.400.000 cabezas con una faena de 2.300.000 cabezas. La producción total de carne bovina es de 560.000 distribuidas aproximadamente en 63% con destino a exportación y 37 % destinadas al consumo interno, arrojando un consumo per cápita de 39 kg/hab/año.
Argentina tiene un stock de 51.600.000 y produce 3.180.000 de toneladas aproximadamente. La faena comparada entre Paraguay y Argentina se presenta en la Tabla 1.

Se destaca la nula participación de novillitos los cuales son reemplazados por categorías más pesadas de novillos y toros. La relación toro:novillo es 4:1 en Paraguay destacando la importancia del macho entero de menos de 30 meses (no son toros adultos de descarte).
Evolución del stock comparado con los países del Mercosur
Con la revolución forrajera en marcha y de la mano de razas adaptadas a estos ambientes tales como Nelore o Brahmán y razas sintéticas (Brangus y Braford), el stock vacuno paraguayo tuvo el mayor aumento de los últimos 25 años comparado con los otros países del Mercosur (Grafico 1).
En el período comprendido entre el año 2000 y 2025, su rodeo creció 35%, seguido por Brasil con un 20%, Uruguay con un incremento del 14% y por último la Argentina que prácticamente se mantuvo constante (+6%).

Productividad del rodeo
Con respecto a la eficiencia del rodeo el primer paso es comparar la producción de carne en kilos de carcasa por cabeza en stock y por año (Grafico 2), o sea, la productividad del rodeo de cada país que incluye todos las actividades del ciclo ganadero (cría, recría y terminación).
Paraguay es el país de la región que produce menos kilos de carcasa por animal/año con apenas 42 kg. Lo siguen Brasil y Uruguay con 45 y 55 kg, respectivamente. Por último se ubica la Argentina con 62 kg/cab.
Como se puede observar, los países con predominio de ganadería tropical y subtropical como Paraguay y Brasil son menos eficientes comparado con ganadería de zonas templadas como Uruguay y Argentina (55 kg y 62 kg/cab, respectivamente).
De cualquier modo, todas se ubican por debajo del promedio mundial (76,3 kg carcasa/animal/año), que incluye países con ganadería de punta como EE.UU. donde más que duplica esos niveles (137 kg carcasa/cab/año).

El mayor indicador de eficiencia surge de cotejar la producción diaria en kilos vivos por cabeza en stock de todo el ciclo ganadero total, a través del año, en los distintos sistemas ganaderos de regiones tropicales, subtropicales del Mercosur versus el mundo (Grafico 3).

Si bien la Argentina y Uruguay superan al resto de los países de la Sudamérica como Brasil y Paraguay (0,28 y 0,30 kg/cab/d versus 0,22 y 0,21 kg//cab/d, respectivamente), hay que tener en cuenta que más del 60% de su ganadería de estos países se desarrolla en zonas templadas, con pasturas que producen muy buena calidad forrajera durante gran parte del año, incluyendo el invierno, lo cual favorece ganancias de peso superiores a 500 gr/cab/d.
Sin embargo, la menor ganancia de peso de los países del subtrópico es compensada por una mayor producción de forraje por hectárea, propia de ambientes cálidos y húmedos. Esto constituye una fortaleza ya que permite sostener una mayor carga por unidad de superficie y, a pesar de la menor productividad individual, lograr producciones superiores por hectárea forrajera.
Desafíos y oportunidades de la ganadería del Paraguay
Las limitantes productivas que generan una baja ganancia diaria de peso y producción de carne por cabeza de stock inferior al resto de los países, merecen un análisis pormenorizado.
Sin duda, los factores que determinan esta problemática son múltiples e incluyen aspectos relacionados al manejo reproductivo y sanitario, a la baja eficiencia de utilización del pasto y a la falta de esquemas de suplementación correctiva efectivos sumados a la relativamente baja adopción del corral de terminación para acortar la duración de la invernada.
Cría: si bien los índices reproductivos de la cría no se conocen a ciencia cierta ya que predomina el servicio continuo durante todo el año. Esto sumado a los bajos pesos de destete, generan una gran ineficiencia en la cría.
La adopción de tecnologías simples como el ordenamiento del servicio (servicio estacionado durante 90 días coincidentes con la mayor producción de forraje), y la utilización de tecnología como la IATF, sin dudas, van a mejorar rápidamente los índices reproductivos de esta actividad.
Recría: mejorar la eficiencia de utilización del pasto es clave en esta etapa del ciclo ganadero. Estos sistemas se basan en la utilización de pasturas megatérmicas, que producen mucho pasto de calidad durante la estación de lluvia, pero que exigen implementar un pastoreo rotativo intensivo con alta frecuencia (20-25 días) y baja permanencia (1 a 3 días por parcela) a fines de poder cosechar forraje de máxima calidad, que se traduce en mayores ganancias de peso.
Durante la estación de seca el forraje pierde calidad rápidamente y afecta la respuesta animal, al punto que pueden llegar a perder peso los animales en algunas circunstancias. Esas bajas ganancias e incluso pérdidas de peso invernales (-100 a -200 gr/cab/d) demoran el proceso de recría de las hembras de reposición llevando el primer servicio a 27 o 36 meses; y de los machos que retrasan su terminación y faena, lo cual representa un verdadero talón de Aquiles para el desarrollo de la ganadería paraguaya. En estos casos es necesario implementar un esquema de suplementación proteica que permita estimular el consumo de forraje base (que es de baja calidad), mejorar la digestibilidad de la fibra y de esta forma logar ganancias de peso positivas en el invierno (200-400 gr/cab/día).
Terminación: mayoritariamente se realiza en condiciones de pastoreo con o sin aporte de suplementación. Claramente la dificultad para lograr elevadas ganancias de peso en este tipo de recursos forrajeros compatibles con altos niveles de engrasamiento, atentan contra la duración de esta etapa.
La creciente incorporación de los corrales de terminación, movilizados por la gran disponibilidad de grano de maíz y diversos subproductos de la agroindustria, son una gran herramienta para potenciar la ganadería paraguaya. Esto sumado a la posibilidad de utilizar animales enteros, los cuales mejoran la eficiencia de conversión entre un 10-15%, permitirían lograr corrales de terminación muy eficientes para llegar a un mínimo nivel de engrasamiento (8-10 mm grasa dorsal) de modo de satisfacer las demandas de los mercados interno y exportación.
En síntesis, las zonas ganadera del subtrópico en general, y de Paraguay en particular, tienen un enorme desafío durante los próximos años, el cual radica en mejorar la producción de carne de los mismos.
Este desafío es similar al que tienen otras regiones del Mercosur como Brasil y el Norte de la Argentina, donde predominan pasturas megatérmicas o tropicales que presentan una elevada productividad de pasto. La estrategia es, sin dudas, aplicar tecnología y procesos para mejorar el aprovechamiento y la calidad del forraje de forma tal de aumentar la carga y, fundamentalmente, la ganancia de peso individual de sus rodeos que permitan acortar la duración del ciclo ganadero total.
Sin dudas la ganadería paraguaya tiene un gran potencial de crecimiento en los próximos años. En parte por el bajo nivel de producción actual, pero también por el enorme potencial de producción de pasto y granos que poseen, lo cual la posiciona en una situación privilegiada para lograr planteos ganaderos eficientes.
