En el Congreso del CEA, el gerente de Terra Consultora Paraguay, Bruno Giménez, destacó que el país tiene condiciones para triplicar su producción de carne bovina y duplicar su rodeo, si logra acortar la distancia entre la ciencia y la práctica productiva.
También subrayó la necesidad de integrar la ganadería con otras proteínas y sistemas agrícolas para potenciar la eficiencia y la rentabilidad.
En el marco del evento, enfocado en Pasturas y Forrajes, Bruno Giménez valoró el enfoque técnico del encuentro y la calidad de los disertantes.
“Para mí el Congreso está siendo espectacular por cómo se abordan los temas. Empezamos por el suelo, la base de todo, con la charla del doctor Federico Barreto, que conoce profundamente la realidad del manejo del suelo en Paraguay”, señaló.
Destacó además las exposiciones de la doctora Janaína Martuscello, sobre fundamentos de las pasturas, y del doctor Pablo Carvalho, quien, según Giménez, “sintetizó de manera brillante la relación entre el tiempo que un animal dedica a comer, la calidad del pasto y la eficiencia de producción. Esa simbiosis entre el manejo, el suelo y el animal muestra la complejidad y la oportunidad que tiene la ganadería paraguaya”.
Una brecha enorme entre el potencial y la realidad
Desde su experiencia al frente de Terra Consultora, Giménez fue contundente: “El potencial de la producción ganadera en Paraguay está demasiado lejos de lo que la frontera científica ya alcanzó. Hoy podríamos producir el triple o el cuádruple, y tener un rodeo al menos el doble de grande, si aplicáramos los conceptos que se están discutiendo en este Congreso”.
El especialista remarcó que el país todavía presenta índices productivos bajos, especialmente en tasa de marcación, que ronda el 50%. “Eso representa una pérdida enorme: cada ternero hoy vale cerca de 4 millones de guaraníes. Mejorar un 10 o 20% en la tasa de marcación es muchísimo dinero que se está dejando de ganar”, explicó.
Según Giménez, la clave para revertir esa brecha está en el manejo eficiente del forraje: “El secreto está en cómo manejamos el pasto, cómo aprovechamos la luz solar que recibimos todos los días para transformarla en materia verde y, finalmente, en kilos de carne”.
Más kilos por animal: una oportunidad inmediata
En un contexto de buenos precios y estímulos de mercado, el consultor sostuvo que cada kilo adicional de carne cuenta.
“El que pueda cargar 0,3 unidades animales más por hectárea, el que gane 20 kilos más por cabeza o el que logre sacar medio ternero más por rodeo, marca una diferencia enorme. Hoy la rentabilidad depende directamente de esos pequeños avances productivos”, sostuvo.
Diversificación y sinergia entre proteínas
Otro punto central de la entrevista fue la diversificación y la integración de sistemas productivos. Giménez señaló que Paraguay aún tiene un camino largo por recorrer en la articulación entre la producción bovina, porcina, aviar y agrícola.
“Hoy hay muy poca integración entre las producciones. Pero podrían complementarse perfectamente. Un ejemplo es el uso de la burlanda en el Chaco, que funciona como suplemento proteico-energético ideal para las pasturas de invierno”, comentó.
El especialista planteó un futuro en el que las industrias del Chaco procesen el maíz local, generando biodiesel y burlanda, productos que pueden alimentar pollos, cerdos y bovinos, cerrando el ciclo productivo con la reutilización de estiércoles como fertilizantes.
“Ese tipo de integración industrial-agropecuaria puede transformar la productividad y sostenibilidad del país”, remarcó.
El gran desafío: aumentar la tasa de extracción
Finalmente, Giménez subrayó que la tasa de extracción —la relación entre los kilos de carne producidos y el stock total de ganado— sigue siendo baja.
“Paraguay está 30% por debajo de Brasil, y Brasil, a su vez, está muy por debajo de Estados Unidos. Ese indicador refleja la oportunidad que tenemos de crecer”, señaló.
El desafío, agregó, está en mejorar la ganancia individual por animal, un tema ampliamente tratado en el Congreso.
“La ganancia individual comanda toda la eficiencia del sistema. Y eso es lo que define el futuro de la producción de carne paraguaya”, concluyó.
