En el marco del Congreso del CEA, Andrés Núñez, asesor técnico y miembro del equipo organizador, destacó que el éxito productivo y económico de las empresas ganaderas pasa inevitablemente por una gestión eficiente de las pasturas y la planificación de reservas forrajeras.
“Una cosa es formar la pastura y otra muy distinta es aprender a comerla”, resumió durante la entrevista en Valor Agregado.
Con una concurrencia récord de más de 700 participantes y 60 empresas auspiciantes, el Congreso del CEA volvió a posicionarse como el principal punto de encuentro técnico del país.
Núñez resaltó que el evento se supera año tras año no solo en convocatoria, sino también en innovación: “Siempre buscamos elevar la vara. Este año rediseñamos la estética del salón, incorporamos nuevas tecnologías como la inteligencia artificial y reforzamos las experiencias de campo para que el productor vea casos reales y aplicables”.
El manejo del pasto como estrategia de rentabilidad
El eje central del Congreso “Pasturas y Forrajes” se tradujo en una consigna técnica clara: producir más kilos de carne al menor costo posible, a partir de una gestión racional del recurso forrajero.
“Creemos que el camino para mejorar los márgenes de las empresas ganaderas es producir pasto y aprovecharlo de la mejor manera. Hay un techo importante todavía en el manejo, y es allí donde está la oportunidad de crecer en eficiencia”, subrayó Núñez.
El asesor explicó que las salidas de campo, nacidas durante la pandemia en 2020 y hoy consolidadas como parte esencial del Congreso, son un espacio para mostrar cómo distintos establecimientos logran conjugar el criterio técnico con los recursos disponibles (económicos, humanos y logísticos) para alcanzar mejores resultados productivos y financieros.
Adaptarse al nuevo régimen climático: reservas y gestión
Otro de los puntos abordados fue la variabilidad climática y el cambio en los patrones de lluvia, que obligan a los productores a repensar sus calendarios.
“Hoy los registros muestran un desplazamiento de las precipitaciones. Hay períodos secos más prolongados, por lo que planificar reservas forrajeras y demanda de agua se vuelve indispensable. Ya no se puede dejar nada librado al azar”, explicó Núñez.
El técnico detalló que, además de la producción de pasto, la conservación de forraje fue uno de los grandes temas del Congreso, con charlas específicas sobre silajes (a cargo de Pablo Cattani) y fardos (por el productor Daniel Seuspen). “Son herramientas claves para mantener la productividad en años difíciles, cuando el pasto o el agua escasean. La gestión forrajera debe ser parte del plan anual de la empresa”, añadió.
Formar, manejar y aprovechar
Para Núñez, el gran desafío del productor paraguayo está en dar el salto desde la formación de pasturas hacia un manejo inteligente del consumo.
“Muchas veces se invierte en semillas, fertilización e infraestructura, pero no se tiene el know-how para comer bien esa pastura. Allí se pierden kilos y rentabilidad. Por eso, el mensaje del Congreso es claro: la rentabilidad empieza en el pasto, pero se consolida en su manejo”, afirmó.
El asesor cerró destacando la evolución constante del CEA en su rol de articulador técnico y espacio de capacitación. “El Congreso no solo difunde conocimiento, sino que genera comunidad y profesionaliza al productor. Cada edición deja enseñanzas que transforman la manera de producir”, concluyó Núñez.
