La reciente ratificación del grado de inversión para Paraguay fue recibida como una señal positiva de estabilidad y confianza en el rumbo económico del país.

En ese sentido, la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (CAPECO), destacó que este reconocimiento destaca la solidez de la institucionalidad macroeconómica y el sostenimiento de políticas responsables por parte de las autoridades económicas, factores que fortalecen la imagen del país ante los mercados internacionales.

Hugo Pastore, gerente general de Capeco, celebró que, a través de una segunda calificadora, Paraguay haya alcanzado el grado de inversión. Señaló que este resultado refleja una “secuencia seria de la institucionalidad macroeconómica”, sostenida por el Banco Central del Paraguay y el Ministerio de Economía y Finanzas, instituciones que, según destacó, han sabido mantener una política económica acorde a los requerimientos exigidos por las calificadoras internacionales.

No obstante, el representante gremial advirtió sobre los movimientos recientes del tipo de cambio. Recordó que históricamente el Banco Central se ha caracterizado por evitar fluctuaciones bruscas, brindando previsibilidad a las variables económicas.

En ese sentido, manifestó la preocupación del sector ante variaciones “atípicamente bruscas” registradas en los últimos meses y solicitó a la autoridad monetaria preservar la tradición de señales claras al mercado, de modo a garantizar un tipo de cambio predecible y evitar impactos negativos en la actividad económica.

Aclaró, sin embargo, que el sector es consciente de que las tendencias, ya sean al alza o a la baja, no pueden revertirse, siempre que se mantengan dentro de parámetros naturales del mercado.

Hugo Pastore, gerente general de Capeco.

La marcada apreciación del guaraní frente al dólar volvió así a encender las alertas en el sector agroexportador paraguayo, que valora la estabilidad macroeconómica alcanzada, pero insiste en la necesidad de previsibilidad cambiaria. El desafío, coinciden los actores del sector, será sostener el equilibrio entre la confianza internacional lograda y condiciones internas que acompañen el desarrollo y la competitividad de la producción nacional.