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Volatilidad cambiaria y oportunidades externas: la mirada de Amílcar Ferreira

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Volatilidad cambiaria y oportunidades externas: la mirada de Amílcar Ferreira

El comportamiento del tipo de cambio dólar–guaraní se ha convertido en una de las principales preocupaciones para el sector agropecuario, dado el peso que tiene en la competitividad de las exportaciones y en la rentabilidad de la cadena ganadera. En entrevista con Valor Agregado, el analista económico Amílcar Ferreira trazó un panorama sobre las causas de la caída del dólar, los escenarios posibles hacia adelante y sus efectos en el negocio cárnico.

Ferreira explicó que la fuerte devaluación del dólar en los últimos meses —cercana al 10% frente a las principales monedas del mundo— no es un fenómeno local, sino global. La raíz está en la guerra comercial impulsada por la administración de Donald Trump, con la imposición de aranceles a grandes economías como China, Brasil y la Unión Europea.

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“Como reacción, estos países comenzaron a diversificar sus reservas, invirtiendo en oro, euros u otras monedas, incluso criptomonedas. Esa menor demanda de instrumentos financieros estadounidenses debilitó la divisa norteamericana”, señaló.

En este contexto, Paraguay acompaña la tendencia mundial. “No es un problema del guaraní, sino del dólar”, remarcó Ferreira, agregando que hasta antes de la última caída, la moneda local se había apreciado menos que en otros países de la región, pero hoy se acerca a esa misma magnitud de ajuste.

Ganadores y perdedores dentro del negocio

El efecto del tipo de cambio genera una transferencia interna que, según Ferreira, se refleja en “ganadores y perdedores”. Por un lado, el sector importador se beneficia, porque la moneda local gana poder de compra y abarata los bienes del exterior.

Pero el impacto negativo recae en los exportadores, incluida la ganadería: los frigoríficos venden carne al mundo en dólares; esos dólares, al convertirse en guaraníes, rinden menos. Y con costos internos en guaraníes, la ecuación de rentabilidad se deteriora.

“Seguramente la cadena de valor tendrá que reacomodarse para absorber este cambio. En el corto plazo, puede implicar que algunas industrias operen con costos superiores a lo ideal, reduciendo beneficios o incluso generando pérdidas”, advirtió.

Escenarios hacia adelante

Ferreira planteó dos escenarios en el corto plazo: 1) Acuerdo comercial global: si Trump logra cerrar negociaciones con China o Brasil, podría darse una recuperación leve del dólar hacia fin de año o inicios del 2026. 2) Persistencia del conflicto: si no hay acuerdos, la divisa norteamericana seguiría débil e inestable, posiblemente extendiéndose hasta el 2027.

“Estamos en un momento de mucha volatilidad. Es difícil sacar conclusiones definitivas, pero sí es claro que el sector debe manejar sus costos con mucho orden para preservar la rentabilidad”, indicó.

Una ventana para la carne paraguaya en EE.UU.

El analista también destacó un efecto colateral de la guerra comercial: los altos aranceles que Estados Unidos aplica a Brasil (50%) lo dejan prácticamente fuera de la cuota de terceros países, donde Paraguay podría colocar unas 60.000 toneladas de carne sin pagar aranceles.

“Esto nos da un mayor espacio de acceso a un mercado muy atractivo como el estadounidense. Es un beneficio indirecto para Paraguay, que podría aprovechar esta oportunidad para ganar posicionamiento y, con ello, fortalecer su presencia a futuro”, subrayó.

Ganadería: éxito exportador y necesidad de inversión

En su balance del 2025, Ferreira consideró que la economía paraguaya cerrará con un crecimiento de 4,4%, uno de los más altos de Sudamérica, y con todos los sectores en positivo. Para la ganadería, destacó el dinamismo exportador, pero también lanzó una advertencia:

“Hay una sobreexplotación. El éxito exportador está llevando a ventas por encima de la capacidad de reposición, lo que exige mayores inversiones para sostener el ritmo de crecimiento”, sostuvo.

A pesar de la volatilidad del dólar, Ferreira concluyó con un mensaje de confianza: “Las perspectivas son favorables. Paraguay se está posicionando como un actor cada vez más importante en el mercado internacional de carne. Si logra consolidar espacio en Estados Unidos, podría mantenerlo incluso cuando Brasil retorne a la competencia”.