La necesidad de contar con una estructura que integre a todos los actores de la cadena cárnica se ha convertido en un tema central dentro del sector productivo. Desde este ámbito, se impulsa la creación de un Instituto Paraguayo de la Carne, con el objetivo de fomentar la planificación a largo plazo y fortalecer la promoción estratégica de la carne en los mercados internacionales.
En este contexto, Albert Gunther, miembro de la Comisión de Carne de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), manifestó a Valor Agro la importancia de alcanzar acuerdos entre el sector privado y el Estado para concretar esta iniciativa.
“Tenemos que consensuar lo máximo posible con la industria y con el gobierno para generar un instituto que nos permita trabajar en conjunto para promocionar la carne en los mercados internacionales, generar recursos para mejorar la tecnología y lograr que esa tecnología le llegue hasta los productores más pequeños”, afirmó.
Gunther señaló como modelo de referencia al Instituto Nacional de Carnes de Uruguay (INAC), que ha logrado integrar eficazmente a todos los eslabones de la producción en una misma estructura.
“Queremos que este instituto una a todas las partes de la producción y que se sienten en una mesa para alcanzar objetivos comunes. Ese es nuestro deseo: que el Estado, la industria y los productores trabajen juntos para impulsar el desarrollo de la ganadería paraguaya”, indicó.
También remarcó que la naturaleza a largo plazo del negocio ganadero exige previsibilidad para garantizar inversiones sostenidas.
“No es algo que se da de la noche a la mañana. Un animal está disponible para faena entre el tercer y cuarto año de edad. Preñar una vaca, generar un ternero, lleva nueve meses, más seis meses para destetarlo. Es un proceso largo”, explicó.
En ese sentido, destacó que el uso de tecnologías adecuadas puede marcar una gran diferencia en la productividad, especialmente para los productores de menor escala.
“Es clave que llegue tecnología que permita acortar procesos, asegurar la preñez en las vacas, reducir la mortalidad del ganado y, sobre todo, mejorar la ganancia diaria de peso de los animales”, subrayó.
Finalmente, Gunther sostuvo que una producción más eficiente no solo garantizaría una oferta sostenida para los mercados interno y externo, sino que también brindaría mayor estabilidad al sector.
“Con eso generamos seguridad de mercadería, tanto para el mercado interno como para la exportación. Y, en segundo lugar, al tener mercados y un trabajo conjunto entre gobierno, industria y productores, podemos asegurar precios con transparencia y recuperar la previsibilidad, que es la palabra que tenía antes la ganadería y que perdió en los últimos años”, concluyó.