El debate sobre el futuro de la vacunación contra la fiebre aftosa en Paraguay sigue generando discusiones y posiciones distantes entre productores, industria y autoridades. Ramiro Maluff, presidente de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (Appec), afirmó en entrevista con Valor Agro que levantar la vacunación en el corto plazo sería una decisión “arriesgada y carente de respaldo técnico”, y que lo peor que puede ocurrir es que el país avance “empujado por presiones políticas o institucionales”.
El dirigente expresó su preocupación por la falta de coherencia en los mensajes de algunos actores claves del sector. Recordó que, mientras el presidente global de Minerva Foods defendió la continuidad de la vacunación, la filial local emitió un comunicado que sonó más cercano a la postura oficial de Senacsa, que planteaba un levantamiento en plazos inmediatos.
“Entendemos que nadie quiere estar mal con el órgano rector, pero no se pueden tomar decisiones de esta trascendencia por presiones o para quedar bien con una institución. Las decisiones sanitarias tienen que ser técnicas, estructurales y consensuadas, no impulsadas por el apuro ni por entusiasmos”, enfatizó Maluff.
Para la Appec, el entusiasmo del Gobierno y del servicio veterinario oficial de haber erradicado el virus en Paraguay llevó a un apresuramiento en la discusión. “Eso no es suficiente. No podemos estar rezando a la virgencita de Caacupé para que no entre el virus, tenemos que tener protocolos, entrenamientos y recursos listos para reaccionar ante una emergencia”, advirtió.
Huelga en Senacsa y falta de recursos
Uno de los puntos más críticos para Maluff es la situación interna del Senacsa, que recientemente enfrentó huelgas por reclamos salariales. “No podemos pretender avanzar hacia un país libre de aftosa sin vacunación con un servicio veterinario que entra en paro por falta de ajustes de salarios. Es un contrasentido total”, sostuvo.
El dirigente recordó que cerca del 80% del presupuesto de la institución proviene del propio sector privado. “Los recursos están, el problema es político. Es el Gobierno y el Parlamento quienes deben asignar los créditos presupuestarios. Si queremos un servicio veterinario de clase mundial, como decimos tener, debemos pagar lo que corresponde a su personal”, apuntó.
Además, insistió en que Paraguay carece de experiencia práctica en la gestión de emergencias sanitarias: “En 25 años se hicieron apenas dos simulacros de aftosa, de una semana cada uno. La mayoría de los veterinarios nunca vieron un caso real de enfermedades vesiculares. Sin entrenamiento, sin motivación del personal y con huelgas de por medio, es imposible pensar en levantar la vacunación de un día para otro”.
Mercados y precios: logros que dan tiempo
Maluff subrayó que el contexto internacional ofrece un margen para planificar con calma. Mientras Brasil, país libre de aftosa sin vacunación, paga al productor alrededor de US$ 3,90 por kilo carcasa, Paraguay alcanza los US$ 4,85 y Uruguay hasta US$ 5,40, con lotes que superan incluso los US$ 6.
“Pensar que dejar de vacunar hará que suban los precios del ganado es una ilusión. La realidad demuestra lo contrario. Lo que hoy define son las relaciones bilaterales y las condiciones arancelarias”, explicó.
El titular de la Appec valoró que Paraguay sigue abriendo mercados sin necesidad de levantar la vacunación. “La disputa comercial entre Estados Unidos y Brasil es una oportunidad única: Paraguay se posiciona como un proveedor confiable y puede crecer en participación. Con mercados demandantes y precios firmes, tenemos tiempo para hacer las cosas bien”, concluyó.