El Ministerio de Agricultura y Ganadería dió a conocer el Plan Nacional de Identificación Individual de Bovinos y Búfalos. El proceso de trazabilidad de los animales será gradual a lo largo de los próximos siete años, realizándose por categoría y tipo de movimiento del rebaño. La adhesión será obligatoria, un tema que requirió una intensa coordinación entre el gobierno, los mataderos y el sector productivo, especialmente con los ganaderos que defendieron un sistema voluntario.
Habrá una fase de adaptación en 2025 y 2026. El período se utilizará para el desarrollo de bases de datos y pruebas técnicas. La adopción obligatoria sobre el terreno comenzará efectivamente en 2027. En 2032, el sistema debería estar en pleno funcionamiento.
El plan deberá prever la trazabilidad individual desde el primer movimiento del ganado hasta su sacrificio en los mataderos, sin necesidad de registrar todos los animales al nacer.
Se cambió la propuesta inicial. Dividió el país en bloques para indicar la implementación gradual y regionalizada de las medidas. Ahora, la identificación de los animales deberá adoptarse de manera conjunta en todo el país, pero habrá plazos diferentes para cada tipo de movimiento: con destino al sacrificio, para tránsito interestatal, para el primer movimiento en granja, entre otros.
En el primer año de obligación, por ejemplo, en 2027, quienes participen en protocolos privados y rebaños que ya estén en gestión sanitaria, como los animales sujetos a la vacunación obligatoria contra la brucelosis, deberán realizar una identificación individual con aretes. Uno de los puntos del plan debe ser el abandono de la marca con fuego sobre este ganado.
Para 2032 se espera tener identificados el 100% de los animales destinados al sacrificio, que es el último movimiento en el ciclo vital del animal. También habrá obligación para el primer movimiento, como cuando los terneros salen del sistema de cría para recría o engorde, por ejemplo, o cualquier otra negociación entre granjas.
Sin embargo, una fuente que participó en el grupo de trabajo que discutió el plan con el Ministerio de Agricultura dijo que el período de transición acordado era de ocho años. Al gobierno le tomará dos años implementar el sistema integrado con los controles estatales. A partir de entonces se iniciará la fase obligatoria, siendo gradual en los primeros tres años para la identificación de las hembras en el protocolo de vacunación obligatoria y tres años más para el movimiento de todo el rebaño nacional.
El plazo sólo comienza cuando el sistema sea entregado por el ministerio, destacó este miembro del GT.
Discutida desde hace varios años junto a productores, industrias y exportadores rurales, la iniciativa apunta a lograr la trazabilidad completa de los animales en el país, un ítem cada vez más demandado en las negociaciones internacionales para la apertura de mercados.
Según el Ministerio de Agricultura, el sistema permitirá “monitorear y registrar la historia, ubicación y trayectoria de cada animal identificado”. Los objetivos son fortalecer los programas de salud animal, aumentar la capacidad de respuesta a brotes epidemiológicos y reforzar el compromiso de Brasil con las exigencias sanitarias exigidas por los mercados internacionales, afirmó Pasta, en una nota.