Durante el Congreso Nacional de la Carne (Conacarne), celebrado en Belo Horizonte, se discutió el futuro de la cadena productiva cárnica brasileña. Aunque el tema central fue “La carne que buscan los frigoríficos”, los representantes del sector coincidieron en que el verdadero foco debe estar en la demanda del consumidor final.
El profesor Ângelo Polizel, de la Universidad Federal de Rondonópolis, trazó un panorama histórico del crecimiento de Brasil como exportador de carne bovina. Resaltó la evolución hacia canales más jóvenes, pesados y estandarizados, gracias a la adopción de tecnologías y al cumplimiento de estándares internacionales. Un dato clave: el porcentaje de animales sacrificados con más de 36 meses bajó del 41% en 2004 al 10% en 2024, en gran parte por la fuerte demanda del mercado chino.
Alisson Navarro, director de exportaciones de Marfrig, reforzó la importancia de la regularidad y calidad uniforme, además de destacar que Brasil ha logrado aumentar su producción en un área menor. En 20 años, el país pasó de 180 a 160 millones de hectáreas de pasto, mientras el rebaño creció de 204 a 238 millones de cabezas.
Mariane Crespolini, de Minerva, afirmó que el mercado chino ha sido clave en esta transformación, pero advirtió sobre la heterogeneidad del sector. Abogó por una mayor diversificación de mercados y una producción más consistente de animales jóvenes, bien acabados y con bajo pH.
Thiago Bessa, de Friboi, apuntó que hoy la demanda está liderada por el consumidor, no por la disponibilidad del ganado. “La carne que buscan los frigoríficos es, en realidad, la carne que quieren los clientes”, dijo.
Navarro subrayó que Brasil ya compite en calidad con países tradicionalmente líderes como Argentina, Uruguay, Australia y EE. UU., y está dejando de ser visto solo como un productor de volumen.
Desde JBS, se destacó que la producción de carne premium representa hoy un 3% de su total, con la expectativa de alcanzar el 10% en los próximos cinco años, impulsada por la apertura de mercados antes dominados por EE. UU. “Las oportunidades están en el mundo, y hay espacio para crecer”, concluyó el ejecutivo.