La importación de carne es vista por referentes del sector como una herramienta natural del libre mercado, capaz de contribuir a la eficiencia del abastecimiento interno, sin poner en riesgo la posición internacional de Paraguay como exportador. Esta visión fue respaldada por Daniel Burt, quien defendió el modelo económico de apertura comercial y explicó las razones detrás de esta dinámica.
Burt aseguró que la importación de carne no es una práctica nueva ni perjudicial. Al contrario, responde a una lógica de oferta y demanda, especialmente en momentos en que las condiciones de precios o la disponibilidad lo justifican. “Desde hace mucho tiempo está permitida la importación y nunca ha generado un problema. Entendemos perfectamente la dinámica del mercado”, sostuvo.
Sostuvo que, así como pedimos que otros países habiliten nuestra carne y nos permitan competir en igualdad de condiciones, también debemos permitir que carne extranjera ingrese al país si cumple con las normativas del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
Asimismo, destacó que Paraguay continúa dependiendo de múltiples factores internacionales que afectan directamente su capacidad exportadora: desde la cotización del dólar y el precio del ganado hasta los aranceles en mercados estratégicos como Estados Unidos, o situaciones geopolíticas como los conflictos en Ucrania, Rusia o Israel.
Frente a este escenario, remarcó que la mejor estrategia sigue siendo la apertura comercial y el respeto de las reglas del mercado. “Defendemos este modelo económico de libre mercado en varias instancias, tanto para las exportaciones como para las importaciones, siempre que se cumplan las regulaciones establecidas”, enfatizó.
Actualmente, gran parte de la carne importada proviene de Brasil, y su presencia en el mercado paraguayo ha ayudado a reforzar la oferta local.
Señaló que actualmente se experimenta una pausa habitual en la faena durante el mes de septiembre, debido a la salida de los rabinos que supervisan el proceso de carne kosher. A esto se suma la última gran venta destinada a las fiestas patrias en Chile. Sin embargo, indicó que esta dinámica suele recuperarse entre octubre y noviembre.
“Entiendo que la importación es una opción válida para fortalecer la disponibilidad en el mercado local. Vamos a observar cómo evoluciona la situación hacia fin de año”, expresó.