El director de la Agropecuaria Oro Verde, Andrés Canillas, compartió con Valor Agro su visión sobre el modelo de producción basado en el confinamiento de ganado, destacando más de dos décadas de experiencia y la evolución del sistema en función de la eficiencia y las condiciones del mercado.
“Venimos trabajando desde hace aproximadamente 25 años con este tipo de actividad, buscando llegar a la eficiencia máxima de conversión de materia seca por kilo vivo, ver que el animal tenga buena terminación, buen grado de grasa y que tenga un rendimiento esperado para la industria”, explicó Canillas.
En cuanto al tipo de animales que engordan, remarcó que desde hace años se enfocan en machos, aunque en los últimos cuatro o cinco años comenzaron también con el engorde de hembras. “La eficiencia de conversión no es tan importante, pero hay veces que la parte comercial ayuda, entonces se puede hacer este tipo de engorde también”, manifestó.
Para Canillas, la clave está en la calidad del ganado, que asegura buena conversión y seguridad en el precio de venta. “Ahí está el negocio de confinar y ver que sea positivo en toda la cadena productiva”, explicó.
Además, destacó que el sistema permite acortar tiempos, ganar espacio físico en el campo durante el invierno, liberar carga y aprovechar mejores momentos para la compra de animales de reposición.
“Confinar es una herramienta para el hombre de campo, y si tiene la facilidad de poder hacer agricultura, ayuda muchísimo a tener una comida en tiempo y forma. Pero valorizado a precio de mercado, no subsidiando insumos para que la ganadería salga bien. Al contrario, siempre medir bien por separado lo que es la parte agrícola de lo que es la parte de corral, y que los dos puedan tener una sinergia. Ahí comienza a ser interesante el negocio de encierro”, afirmó.
Según indicó, este modelo ya muestra resultados, especialmente en toros, con buena conversión y peso de carcasa de faena. “Eso es lo que nos alienta a proyectar y también a definir época de encierre y época de faena”, subrayó.
Respecto a las perspectivas del confinamiento, sostuvo que es una estrategia que llegó para quedarse, siempre que los precios sean estables y justos tanto para el productor como para la industria.
“No va a ser una estrategia que se va a usar año sí, año no, sino que yo creo que debería ser una herramienta que se ajuste al sistema productivo. Hay años que se pueden lograr mejores resultados por el precio de venta y otros más ajustados, incluso con pérdidas. Pero no es toda la película: en el pasto, donde se origina parte del negocio, también puede haber saldo positivo que ayude a potenciar el confinamiento”, comentó.
El segundo semestre de este año genera buenas expectativas, tanto por el comportamiento del mercado como por los costos de alimentación. “Cuando vienen los años de precio bueno, como parece ser que viene este segundo semestre, incentiva a que este esquema de producción se pueda multiplicar” indicó.
En ese sentido apuntó a que este año el maíz está por debajo de los promedios anuales anteriores y la carne está con un precio superior a los últimos dos o tres años, que se venía con mucho saldo rojo.
Dinámica. Indicó que la agropecuaria también brinda servicios de hotelería ganadera tanto en San Pedro como en Yvyjaú, y que este año se notó una demanda interesante para engordar animales de terceros. “Eso alienta a producir con eficiencia y con proyecciones a futuro”, afirmó.
El objetivo de la empresa es avanzar hacia un confinamiento continuo. “La idea es hacer un confinamiento todo el año y no solamente en la época de invierno. Lo bueno sería poder hacerlo los 365 días del año a un precio ya diferenciado con relación a lo que es la terminación en pastura versus lo que es el encierro a corral. Ahí está la diferencia importante y los rendimientos de carcasa”, explicó.