La disponibilidad de carne en el mercado interno volvió a instalarse con fuerza en la agenda pública en las últimas semanas, en un contexto marcado por el aumento de la demanda estacional y algunas señales de preocupación vinculadas a la actividad de faena en los frigoríficos. Desde el sector productivo, la lectura es clara: no hay un problema estructural de falta de ganado, pero sí existen factores que pueden tensionar la oferta si no se administran con previsibilidad.
Entrevistado en Valor Agregado en Radio Asunción 1250 AM, así lo expresó Martín Filártiga, secretario general de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), al analizar la situación del mercado interno y desmentir cualquier confrontación entre exportación y abastecimiento local. “La gente tiene que saber que de un animal no se exporta el 100%. Los cortes populares, como la costilla para el asado o el puchero, se quedan íntegramente en el mercado interno”, señaló.
En ese sentido, Filártiga explicó que Paraguay exporta, casi en su totalidad, carne sin hueso, mientras que los distintos mercados internacionales demandan cortes específicos. “Chile lleva trasero y algo de lomo, Israel delantero, Estados Unidos otros cortes. No existe una competencia directa entre exportar y abastecer el mercado local”, remarcó.
Ganado disponible, pero una faena que genera inquietud
Desde la óptica productiva, el mensaje apunta a llevar tranquilidad al consumidor. “Hay ganado gordo en los campos y en los confinamientos, animales listos para ir a la industria. Mientras no haya decisiones que alteren la dinámica normal, no debería faltar carne a nivel local”, afirmó Filártiga.
Sin embargo, la principal señal de alerta aparece del lado de la industria. El dirigente advirtió sobre información no oficial que indicaba la posibilidad de una parada simultánea de faena en varias plantas frigoríficas durante las fiestas, una práctica que, de concretarse, podría impactar directamente en la oferta de carne. “Si la mayor parte de las plantas, especialmente las más grandes, frenan la faena por varios días, eso sí puede generar problemas de abastecimiento”, sostuvo.
En ese marco, recordó que en reuniones recientes entre el sector productivo, la industria y el gobierno se había planteado el compromiso de evitar paradas prolongadas en este período sensible del año. “Ojalá se cumpla. Si eso se respeta, no debería haber faltante de carne en el mercado interno”, subrayó.
Importación de carne: una herramienta que se consolida
Más allá de la coyuntura, Filártiga puso el foco en una tendencia que comienza a consolidarse en Paraguay: la importación de carne como complemento del mercado interno, una práctica habitual en países con fuerte perfil exportador.
“Es algo natural en los grandes exportadores de carne. Paraguay se está posicionando muy bien a nivel mundial y es lógico que empiece a utilizar esta herramienta para asegurar volumen y calidad en el mercado interno”, explicó. Lejos de verlo como una amenaza, el sector productivo considera que la importación puede cumplir un rol estratégico.
El dirigente citó ejemplos regionales y globales. “Uruguay lo hace desde hace años, abasteciendo su mercado interno con carne importada mientras coloca su producción en mercados de alto valor. También está ocurriendo con Argentina y con Chile. No está nada mal, es parte de una lógica comercial normal”, afirmó.
Según Filártiga, esta dinámica permite evitar desabastecimientos puntuales y ordenar mejor la cadena, especialmente en momentos de alta demanda. “Desde la producción no estamos en contra de la importación. Al contrario, es una alternativa interesante para que el mercado local siempre tenga carne disponible, en volumen y en calidad”, concluyó.
