La medida fue anunciada por el gobierno australiano el martes. Con esto, Beijing ya eliminó las restricciones a las 10 plantas frigoríficas australianas a las que se les había prohibido exportar entre 2020 y 2022. Las prohibiciones formaban parte de una serie de barreras comerciales impuestas por China después de que el gobierno australiano solicitara una investigación independiente sobre el origen de el COVID-19.
Desde 2022, con la toma de posesión de un nuevo gobierno en Canberra, casi todas las restricciones se han ido eliminando gradualmente. Se reanudaron las exportaciones a China de productos como el carbón, la cebada y el vino. La venta de langosta, el último producto aún restringido, debería normalizarse a finales de este año.
Según publicó Pecuaria.BR, eEl primer ministro Anthony Albanese destacó la relevancia de reabrir el mercado chino. “Esta es una gran noticia para los exportadores, productores y agricultores australianos. Hemos trabajado incansablemente para restaurar el comercio y ahora estamos viendo resultados. Es una victoria para el comercio y el empleo australianos”, declaró.
China es el segundo destino más importante de la carne vacuna australiana, sólo detrás de Estados Unidos. Los datos del sector muestran que, en los últimos años, el mercado chino importó alrededor de 200.000 toneladas de carne de vacuno de Australia anualmente, por un total de 1.500 millones de dólares.
Incluso con restricciones anteriores, Australia pudo mantener las exportaciones de carne a China a través de procesadores que no se vieron afectados por las prohibiciones. En 2023, las ventas de carne vacuna australiana crecieron significativamente, en gran parte debido a la reducción de la producción estadounidense, beneficiando también a mercados como Japón y Estados Unido