Junto con la soja, la carne continúa entre los principales generadores de divisas y apunta a un récord de exportaciones en 2025. Este desempeño no solo impulsa la balanza comercial, sino que también contribuye a estabilizar el tipo de cambio, mejorar la liquidez del sistema financiero y sostener el dinamismo económico, según indicaron desde la Cámara Paraguaya de Carnes (CPC).
El crecimiento de los envíos internacionales refleja una mejora sostenida en la competitividad del producto paraguayo, que logra insertarse con mayor fuerza en mercados exigentes y dispuestos a pagar precios superiores por tonelada. Desde el gremio, destacaron diversos factores explican este avance.
Mayor solidez frente a la región. Paraguay ha logrado mantener una oferta ganadera estable y resiliente, en contraste con otros países sudamericanos afectados por restricciones sanitarias, sequías o problemas operativos. La disciplina sanitaria, la previsibilidad de los ciclos productivos y la continuidad del sistema ganadero posicionan al país como un proveedor confiable en un entorno regional frágil.
Demanda internacional que premia la consistencia. Los principales destinos —entre ellos Chile, Taiwán, Brasil, Israel y varios países árabes— no solo sostienen sus compras, sino que las incrementan por la confianza construida con el tiempo.
La capacidad de entregar volúmenes constantes y cumplir estándares de calidad consolidó la reputación de Paraguay como proveedor serio dentro de las cadenas globales de abastecimiento.
Avances en la apertura de mercados de alto valor. En los últimos años, el país obtuvo habilitaciones clave, como las de Estados Unidos y Canadá, y ya concretó exportaciones efectivas a estos destinos.
Esto permitió diversificar la cartera de compradores, reducir la dependencia de pocos mercados y aumentar el potencial de crecimiento del sector cárnico.
Revalorización del producto basada en mejoras estructurales. El aumento del valor de la carne paraguaya responde a la mejora genética del ganado, la eficiencia del engorde, la calidad industrial de los frigoríficos y una logística más robusta.
El resultado es un producto final más competitivo, cuyo mayor precio se sustenta en atributos reales y no solo en condiciones coyunturales del mercado.
“El salto de 2025 ocurre porque Paraguay hizo bien las cosas. El país combina disciplina sanitaria, consistencia productiva, calidad industrial y cumplimiento internacional. Ese conjunto explica por qué Paraguay es hoy uno de los pocos exportadores que logra aumentar volumen y elevar precio al mismo tiempo, un logro reservado solo para quienes tienen verdadera competitividad estructural”, remarcaron desde la CPC.
