Las primeras proyecciones oficiales del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) para 2026 refuerzan la expectativa de un mercado internacional de carne bovina firme, en un contexto de menor oferta global y demanda sostenida desde los principales polos importadores. Así lo analizó Rafael Tardáguila, director de Tardáguila Agromercados y editor de Faxcarne, en diálogo con Valor Agro.
Según explicó, las estimaciones difundidas recientemente, tras la demora provocada por el cierre parcial del gobierno estadounidense, consolidan una tendencia que ya se viene observando en el mercado: los tres mayores exportadores mundiales de carne vacuna, Brasil, Estados Unidos y Australia, reducirán su saldo exportable el próximo año.
“Si uno suma lo que bajarían estos tres países, estamos hablando de más de 330.000 toneladas menos que este año”, señaló Tardáguila, subrayando que se trata de una baja significativa si se considera que son los principales jugadores del comercio internacional.
Un volumen relevante en un mercado ajustado
Para dimensionar ese recorte de oferta, el analista remarcó que se trata de un volumen trascendente dentro del comercio mundial. “Que los tres principales exportadores reduzcan en conjunto más de 300.000 toneladas tiene un peso relevante en la formación de precios”, afirmó.
Si bien parte de esa caída podría ser compensada por aumentos moderados de países de segundo orden, como Argentina, Uruguay, México o Nueva Zelanda; el balance general seguiría siendo de una oferta exportable inferior a la de 2025.
“Argentina, según las proyecciones del USDA, aumentaría sus exportaciones, aunque no hay unanimidad entre los analistas locales, y Uruguay también crecería de forma moderada. Pero aún así, el saldo global sería más bajo”, explicó.
Estados Unidos, el motor de la demanda
Del lado de la demanda, Tardáguila fue claro al identificar a Estados Unidos como el principal sostén del mercado internacional, rol que comparte con la Unión Europea. En ambos casos, la producción doméstica continúa descendiendo, lo que obliga a sostener altos niveles de importación.
“El foco de la demanda hoy es Estados Unidos, claramente, y también Europa. No tanto China, que más bien acompaña”, indicó. No obstante, advirtió que el gigante asiático podría ganar protagonismo en 2026 si se confirma una caída relevante en su producción interna de carne vacuna, lo que presionaría al alza los precios en su mercado doméstico.
Un escenario firme, con algunos límites
Si bien el escenario para la carne vacuna es de firmeza, Tardáguila introdujo un matiz relevante. La competencia de otras proteínas animales podría poner un techo a los precios, especialmente en un contexto de granos forrajeros relativamente baratos.
“Precios bajos de los granos tienden a elevar la producción de carne aviar y porcina, que ya de por sí son más baratas, y eso puede limitar las subas de la carne vacuna”, advirtió.
Aun así, el diagnóstico para 2026 es claro. “En lo que respecta estrictamente al mercado de carne vacuna, el escenario es de firmeza para el año que viene, sin dudas”, concluyó.
