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“Con pasturas bien corregidas, un animal puede ganar 700 gramos o incluso un kilo por día”

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“Con pasturas bien corregidas, un animal puede ganar 700 gramos o incluso un kilo por día”

En la ganadería paraguaya, la productividad no depende únicamente de la cantidad de animales ni de la suplementación que se les proporcione. La eficiencia y la rentabilidad se logran optimizando los recursos naturales, especialmente el suelo, que constituye el valor más preciado de cualquier sistema productivo. Producir con calidad implica prestar atención tanto a la productividad como a la rentabilidad, priorizando la salud y fertilidad del terreno.

El suelo es considerado un valor fundamental dentro de los sistemas productivos. “El suelo es nuestro valor más preciado, es el pilar de nuestro sistema y hay que darle la importancia que merece”, afirmó Federico Barreto, referente en manejo y conservación de suelos.

Barreto indicó a Valor Agro que existen datos e información técnica y científica comprobada, y que, haciendo una buena corrección y fertilización del suelo, considerando no solo la parte química, sino también la física y biológica, se logra un sistema mucho más eficiente.

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“Hoy el sistema radicular de nuestra pastura no pasa de los 15 a 18 centímetros, teniendo en cuenta que los pastos que están actualmente en la pastura paraguaya deberían genéticamente llegar a una profundidad de hasta 60 centímetros o 1 metro. Esto los hace mucho más resistentes y les permite extraer más agua y nutrientes. Lo normal y tradicional es que el suelo le dé los nutrientes al pasto y el pasto al animal”, apuntó.

Actualmente se prioriza la suplementación “arriba” y se olvida del suelo, un enfoque que genera costos innecesarios. “Imagínate que vos puedas engordar una recría a pasto de 300 gramos a 1 kilo y reducir tu suplementación. Todo eso que dejaste de gastar en la suplementación podés invertirlo en tu suelo y va a ser mucho más rentable”, subrayó.

El especialista insistió en que el suelo es un recurso con gran variabilidad y que un buen diagnóstico es clave para tomar las mejores decisiones.

“Eso es lo que yo creo que nos está haciendo, nos está dando datos para poder tomar decisiones más acertadas. Necesitamos sentir las necesidades y circunstancias de los productores, ayudarlos a resolver sus problemas y comprender sus dolores. Por ejemplo, casi el 90% de los agricultores hoy están endeudados. La ganadería está en un buen momento, pero no se perdió dinero, simplemente se dejó de ganar”, sostuvo.

Actualmente, los animales en pastoreo ganan entre 200 y 300 gramos diarios, pero con pasturas bien corregidas esa cifra puede aumentar hasta 700 gramos o incluso un kilo por día, remarcó Barreto.

Preñez

La mejora en la alimentación y manejo del suelo también impacta directamente en la reproducción. “Hoy la preñez está en 40%, pero se puede elevar a 80%. El problema es que la vaca de cría está en pasturas degradadas, cuando debería ser, al contrario. El porcentaje de preñez y la proteína en un pasto degradado es menor al 7%, mientras que en un pasto bien corregido y fertilizado puede llegar a 16%. Esa es una conversión de peso abismal”, señaló.

Perspectivas

Aunque la ganadería paraguaya está en un buen momento, se debe actuar con planificación y visión a largo plazo. “Tenemos que estirar un poco el freno a mano y ubicarnos en el tiempo y el espacio, considerando nuestro potencial no solo en el suelo, sino también en potenciar el pasto. No se le dio luego condiciones para exponer su potencial. Se busca hacia arriba, y eso no está mal; insumos, productos y suplementación se deben usar, pero con un suelo bien manejado, la eficiencia de todo será mucho mayor”, indicó.

Finalmente, Barreto destacó la importancia de planificar el sistema productivo, diagnosticar correctamente y trabajar paso a paso sobre los factores limitantes. “Primero tenés que definir algo. Una vez definido, podés medir y, si se puede medir, se puede mejorar. Si no se mejora, se degrada. Hacer esa planificación, analizar el sistema, identificar los factores limitantes y trabajar sobre ellos paso a paso es la clave para llegar a esa ganadería tan soñada: sostenible, eficiente y resiliente”, concluyó.