La discusión sobre el avance ganadero volvió a poner en primer plano la importancia de mejorar la base forrajera de los sistemas productivos en el TecnoDay 2025.
En entrevista con Valor Agro, Alexandre Hemza, director de Estrategias y especialista en pasturas de MilAgro Agro Brasil, indicó que, aunque el país ha crecido de forma significativa en genética, sanidad y manejo animal durante las últimas décadas, la incorporación de nuevas variedades de pasturas sigue siendo un área con amplio margen de progreso.
En ese sentido, abordaron sobre Dunamis, una braquiaria híbrida destacada por su adaptación a suelos de baja fertilidad y por su habilidad para cubrir el suelo mediante estolones que ya está disponible en el mercado.
Según detalló, esta variedad no solo mejora la protección del suelo, sino que también ofrece altos niveles de productividad. “Entrega mucha ganancia a través de su capacidad de producir masa, alrededor de 20 a 22 toneladas de materia seca por año”, señaló.
Indicó además que la productividad, depende directamente de la calidad del alimento disponible y de la capacidad de los forrajes para mantenerse estables frente a las variaciones climáticas.
Consultado sobre los factores esenciales para introducir con éxito nuevas pasturas, Hemza subrayó que el proceso comienza con la elección del material adecuado. “Para implantar una nueva pastura, primero hay que conocer a los proveedores de semillas. Si se parte de una semilla de mala calidad, el pasto no será bueno”, afirmó.
A esto se suma la necesidad de comprender las características de cada variedad, su manejo y sus requerimientos agronómicos para que puedan expresar todo su potencial productivo.
En cuanto a la adopción tecnológica por parte de los ganaderos, el especialista realizó un fuerte llamado al sector. “Quiero hacer una gran invitación para todos los ganaderos ya que en los últimos 40 años crecimos mucho en sanidad, en manejo y en genética, pero crecimos muy poco, casi nada, en pasturas”, advirtió.
Señaló que tanto en Paraguay como en Brasil predominan las mismas variedades y hay mucho potencial para poder dar un salto productivo que podría lograrse mediante híbridos y materiales mejorados.
“Tenemos un potencial de crecer más en productividad con pasturas, en ganadería de carne y también en lechería”, sostuvo.
Remarcó que toda inversión debe traducirse en resultados concretos. “Si no tenemos ganancia, no tiene sentido hacer ninguna inversión”, afirmó. Explicó que una buena pastura garantiza mayor disponibilidad de alimento y calidad nutricional.
Además, considerando que el año ganadero está atravesado por oscilaciones climáticas, frío, calor, periodos húmedos y secos, es fundamental contar con variedades capaces de sostener la producción a lo largo de todo el año.
“Necesitamos materiales adaptados a esos cambios para asegurar una alimentación adecuada durante todo el año”, añadió.
Finalmente, destacó la relevancia de los sistemas integrados como pilares clave de los nuevos modelos productivos. “Sistemas como Santa Fe, que integran agricultura y ganadería, o la producción de maíz para ensilaje, son muy importantes y cada vez más adoptados en Paraguay”, concluyó.
