En un sector como el cárnico, donde ganaderos e industriales dependen mutuamente, el diálogo y la transparencia son claves para avanzar.En este contexto, el director de Frigomas, Diego Velilla, remarcó su convicción de que el sector necesita fortalecer esos canales de diálogo.
Sin embargo, al ser consultado sobre la propuesta del Instituto Paraguayo de la Carne (IPC), fue claro al señalar que el proyecto perdió su rumbo original. “Después de tantas conversaciones, veo un poco más embarrada la cancha. Creo que esa visión del comienzo se fue desvirtuando y cada vez estamos viendo más lejos esa posibilidad”, manifestó.
Aun así, su postura deja en evidencia un deseo firme de que haya espacios que promuevan el entendimiento mutuo y el equilibrio entre intereses. “Nunca pierdo la esperanza de que se pueda generar un ambiente saludable para la economía”, expresó.
“Obviamente, el ganadero quiere ganar más, pero la industria también tiene un margen que mantener y una infraestructura que sostener”, señaló.
También contextualizó estos desafíos dentro de un panorama internacional en constante cambio. “El escenario mundial, la manera de hacer negocios cambió, los márgenes cambiaron, los costos cambiaron, y fue cuando se armó un cuello de botella entre sectores que nunca antes habían conversado”, explicó.
En cuanto al enfoque actual del IPC, Velilla advirtió sobre un posible giro que considera riesgoso.
“Hoy ya se habla del Instituto como un ente regulador, de contralor del precio. En un mercado libre eso puede dejar un precedente muy peligroso. Hoy podría ayudar mucho, pero el día de mañana puede sentar un precedente peligroso”, advirtió.
Frente a esto, reafirmó la importancia del entendimiento mutuo como herramienta para resolver los conflictos del sector.
“Siempre hay que generar un espacio para el diálogo, ser transparente. No necesariamente mostrando el balance de nadie, pero sí conversando sobre los costos y lo que conlleva. Estamos dentro de ese proceso ahora mismo”, afirmó.
