El debate sobre el futuro de la vacunación contra la fiebre aftosa se mantiene con fuerza en la agenda ganadera paraguaya, tras la nueva hoja de ruta presentada por Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal, que plantea un retiro gradual del esquema sanitario y la postergación de algunas fechas claves.
Desde el Chaco, el productor ganadero y presidente de la Expo Rodeo Trébol, Egon Neufeld, aportó una mirada cauta y de largo plazo sobre el levantamiento de la vacunación, remarcando que se trata de un proceso inevitable en algún momento, pero que hoy Paraguay no reúne las condiciones necesarias para dar ese paso sin riesgos.
Neufeld sostuvo que cualquier programa serio de erradicación de la fiebre aftosa, para ser técnicamente consistente y justificable, debe desembocar finalmente en el levantamiento de la vacunación. Sin embargo, subrayó que el punto central no es la decisión en sí, sino el momento y las garantías con las que se avance. “El levantamiento es una cuestión de tiempo y de condiciones cumplidas”, señaló, dejando en claro que no se trata de una discusión ideológica, sino de una evaluación objetiva del estado actual del sistema.
En su análisis, el dirigente chaqueño fue contundente al afirmar que, al menos en el corto plazo, incluso pensando en un horizonte de dos años, Paraguay no está preparado para dejar de vacunar. Y aclaró que el principal obstáculo no es estrictamente sanitario. “No es una cuestión sanitaria, es una cuestión institucional, financiera, técnica y de controles, especialmente a nivel de fronteras y de país entero”, advirtió.
Neufeld remarcó que avanzar sin haber fortalecido esos pilares podría exponer al país a riesgos innecesarios, tanto desde el punto de vista productivo como comercial. En ese sentido, insistió en la necesidad de un plan integral, construido de manera coordinada entre el sector público y privado, que contemple etapas claramente definidas y evaluables. “Ese plan hay que trabajarlo coordinadamente, y cada ítem debe cumplirse para dar tranquilidad y garantías a todos los sectores”, explicó.
El productor también alertó sobre los peligros de acelerar los tiempos o “saltar etapas” dentro del proceso. Según su visión, cualquier atajo en el cumplimiento de los requisitos técnicos y operativos puede comprometer seriamente el estatus sanitario del país. “Si una etapa no se cumple y se quiere avanzar igual, para mí estamos en riesgo”, enfatizó.
La postura de Neufeld se suma a una corriente mayoritaria dentro de la cadena cárnica, en especial el sector primario, que reconoce al levantamiento de la vacunación como una tendencia global de largo plazo, pero que reclama prudencia, previsibilidad y consensos amplios antes de tomar decisiones que puedan impactar en la sanidad animal, los mercados de exportación y la confianza internacional en la carne paraguaya.
En un contexto de excelentes perspectivas productivas y comerciales para la ganadería, el desafío, según coinciden los referentes del sector, será construir un camino ordenado, técnicamente sólido y respaldado por instituciones fuertes, que permita discutir el futuro de la vacunación sin poner en juego uno de los principales activos del país: su estatus sanitario.
