Por Sven Dittberner de BoviDataPy – Especial para Valor Agro
La faena bovina paraguaya volvió a mostrar en 2025 un comportamiento que desafía el patrón histórico. Los primeros meses del año rompieron la estacionalidad típica: enero, y especialmente febrero, registraron niveles de actividad muy por encima del promedio.
En febrero, incluso, se faenó casi tanto como en mayo, algo que pocas veces se observa en los registros de las últimas dos décadas.
Luego vino la corrección. Marzo marcó una caída marcada, abril trajo un repunte y mayo alcanzó el punto máximo del año. Junio retrocedió levemente, julio se mantuvo estable y agosto-septiembre retomaron la tendencia bajista.
Si el patrón histórico se repite, octubre debería ubicarse en niveles similares a septiembre, para luego observar un incremento de entre 6 y 8 % en noviembre y una estabilidad relativa en diciembre.
Entre historia y coyuntura
El análisis de los promedios de faena de los últimos 5, 10, 15 y 20 años permite entender mejor el ciclo estacional.
Históricamente, los meses con menor actividad son enero, febrero, septiembre y octubre, mientras que la faena tiende a subir desde marzo, acelera en abril y alcanza su pico entre mayo y agosto. En promedio, esos meses de alta representan entre 20 y 30 % más actividad que enero.
La fase descendente del ciclo llega entre agosto y octubre, cuando la faena puede caer hasta 15 % respecto al invierno, antes del leve repunte que suele acompañar el cierre del año.
Sin embargo, en el promedio de los últimos 5 años, octubre se comporta ligeramente mejor que septiembre, algo que no ocurre cuando se amplía el horizonte a 10, 15 o 20 años, donde octubre sigue siendo el “piso pos invierno” más marcado.
Contexto estructural y evolución del hato
Los promedios más antiguos tienden a subestimar el nivel actual de actividad por una razón estructural: el hato bovino paraguayo creció con el tiempo. En 2014 se alcanzó el máximo con unas 14,46 millones de cabezas, por lo que las comparaciones con décadas anteriores reflejan un país con menor base productiva y un parque industrial más reducido.
Por ello, los promedios de los últimos 10 años (2015–2024) y especialmente de los últimos 5 (2020–2024) son los que mejor retratan la realidad actual del negocio frigorífico.
Expectativas para el cierre del año
Cuando el SENACSA publique los datos finales de octubre, quedará por ver si la faena confirma la debilidad estacional, como sugieren los promedios de 10 a 20 años, o si logra mantener niveles similares o levemente superiores a septiembre, como indica el patrón más reciente.
En cualquiera de los casos, los próximos dos meses deberían mostrar una recuperación leve y sostenida, típica de los cierres de ejercicio en el rubro.
Análisis elaborado por BoviDataPy a partir de datos oficiales de SENACSA. Promedios calculados para los períodos 2020–2024, 2015–2024, 2010–2024 y 2005–2024. Unidad: cabezas.
