La cría bovina encara el cierre de 2025 con una combinación de factores que renuevan el entusiasmo del productor paraguayo. La estabilidad de los precios del ternero durante gran parte del año, sumado al optimismo internacional por la carne del Mercosur, impulsan una mayor inversión en la temporada de servicio de primavera y proyectan una zafra 2026 con fuerte demanda y oferta ajustada.
Así lo describe Alberto Ferreira, presidente de la Regional Misiones de la Asociación Rural del Paraguay y productor criador, quien analizó en Valor Agregado la coyuntura del negocio y las perspectivas para los próximos meses.
Servicios de primavera con productores más agresivos
La temporada de entore avanza con muy buenas condiciones climáticas en el sur del país. Tras semanas de lluvias abundantes, la región recuperó temperatura y luminosidad, elementos claves para la condición corporal del rodeo.
Ferreira señaló que el criador está “muy entusiasmado”, motivado por los precios alcanzados en 2025 y las señales del mercado internacional. Ese optimismo llevó a que los productores inviertan fuertemente en los vientres: mayor uso de IATF, más foco en precoz, manejo y seguimiento de terneros, y mejor preparación de vacas con cría y vaquillonas de primer servicio.
“Se está poniendo toda la artillería sobre los vientres, porque el mercado mostró que hay premio para producir más y mejor”, afirmó Ferreira.
Una zafra 2026 marcada por menor oferta y fuerte demanda
Aunque la producción de terneros depende de decisiones tomadas con varios meses de anticipación, la proyección para 2026 es clara: la oferta será más limitada que la demanda, especialmente por la disponibilidad forrajera en el Chaco.
Ferreira explicó que el Alto Chaco recibió lluvias generalizadas en 2025, generando una excelente disponibilidad de pasto y capacidad de recepción. Ese factor convierte a la región en un gran demandante de terneros para recría, desequilibrando la balanza respecto a la zafra anterior.
Alberto Ferreira, presidente de la Regional Misiones de la ARP.
Este escenario abre la puerta a un año con mercados muy activos y una competencia firme por la compra de terneros de calidad.
Precios: ¿qué esperar para los próximos meses?
El año 2025 dejó valores muy altos, con picos que superaron los 30.000 guaraníes por kilo en eventos puntuales y un promedio en torno a 25.000–26.000 guaraníes. En los últimos meses, el mercado se ajustó y operó entre 21.000 y 23.000 guaraníes por kilo, generando cierta cautela.
Para 2026, Ferreira estima un rango razonable entre: 22.000 y 24.000 guaraníes, pudiendo alcanzar promedios de 25.000 guaraníes o más dependiendo de la demanda.
Aun así, señaló un desafío que incide en la formación del precio: la debilidad del dólar, que afecta el valor del gordo y presiona los márgenes de la cría. “Esperemos que para enero o febrero esto mejore y deje al ternero en un valor razonable para el criador”, indicó.
Un negocio que vuelve a beneficiar a todos los tamaños de productores
Ferreira subrayó que 2025 fue particularmente positivo para la cría, y que los buenos precios llegaron tanto a pequeños, medianos como grandes productores del departamento de Misiones.
“El impacto fue generalizado; los buenos valores se sintieron en toda la cadena”, resaltó.
