La mañana de la Expo Nacional Brangus de Primavera tuvo uno de sus capítulos más emotivos con el juzgamiento de los terneros de bozal en el ruedo central de la ARP. Bajo un sol intenso, la pista se transformó en un escenario de calidad genética, emociones y proyección para el futuro de la raza.
El jurado Enrique Terol, con palabras firmes pero cargadas de admiración, sintetizó lo vivido: “Muy interesante, de mucha calidad, con mucho futuro para la raza, para los productores, para todos. Antes que premiar, hay que felicitar a todos los productores”.
Las hembras, símbolo de clase y feminidad
En las terneras, la emoción fue creciendo categoría tras categoría. La Gran Campeona fue el lote 25, de Agroganadera Pukavy – Cabaña El Imperio – El Progreso. La hembra RP 1750, hija del legendario King George, mostró con apenas 12 meses un ancho excepcional, gran conformación y un lomo perfecto, sin perder la feminidad y la clase que la consagraron en la pista.

Gran Campeona Ternera, foto de Eugenia Villalba.
La Reservada Gran Campeona fue para el lote 37 de Altohondo – Herrera Agrocomercial – Isidoro Giménez. La RP 6695, hija de Cerro Negro, destacó por su cabeza femenina, su pasaje de cuello y paleta, y un tren delantero armónico, aunque con menor desarrollo posterior frente a la campeona.
El podio lo completó la Tercera Mejor Ternera, el lote 23 de Herrera Agrocomercial – Los Lazos – Isidoro Giménez – La Agostina – Conrado Rodríguez. La RP 448, hija de Pirapó, fue definida por Terol como una hembra “muy compacta, con líneas superiores e inferiores correctas y una estructura sólida”, aunque con algo menos de volumen que sus competidoras.
Los machos, fuerza y futuro productivo
La pista de machos terneros no se quedó atrás en intensidad. El Gran Campeón Ternero fue el lote 98, de Javier Dos Santos – Pablo Noguera – Sebastián Reinau. El RP 52, hijo de Bolsonaro, se llevó todos los aplausos por su armonía de conjunto, corrección de línea inferior, estructura poderosa y una circunferencia escrotal de 35 cm a los 13 meses.

Gran Campeón Ternero, foto de Eugenia Villalba.
El Reservado Gran Campeón correspondió al lote 90 de Altohondo, con el RP 1246, hijo de Mayu, que impresionó por su expresión masculina, estructura y 36,5 cm de circunferencia, un dato que confirma su gran potencial reproductivo.
El Tercer Mejor Ternero fue para el lote 94 de Tres Cruces – Agima SRL., con el RP 259, hijo de Sorpresa, que mostró carácter, equilibrio y un crecimiento promisorio.
En sus palabras finales, el jurado Terol remarcó la trascendencia de los jóvenes campeones: “Tres toros de mucha clase, de mucha categoría. El Gran Campeón me llamó la atención desde el inicio, por su armonía, su estructura y su carne, sin perder expresión masculina. Más que premiar, hay que felicitar de vuelta a caballeros y productores”.
Una primavera que promete
El juzgamiento de los terneros y terneras de bozal dejó en claro que el Brangus paraguayo vive un presente brillante y un futuro aún más prometedor. Cada ejemplar en pista fue un recordatorio de que la genética, la pasión y el trabajo de las cabañas nacionales siguen escribiendo una historia que se proyecta hacia el Mundial Brangus 2028 en Asunción.