El creciente apetito del Sudeste Asiático por la carne roja está dinamizando el comercio internacional, posicionando a esta región como un actor estratégico en la demanda global y generando nuevas oportunidades para países exportadores como Paraguay. En un contexto de tensiones comerciales entre grandes potencias y cambios en la oferta mundial, naciones como Filipinas e Indonesia están acelerando sus importaciones, y los exportadores sudamericanos ya sienten el impacto.

En contacto con Valor Agro, Larissa Barboza, Analista Senior de Inteligencia de Mercado en la consultora StoneX, explicó que “el Sudeste Asiático se está consolidando como un mercado clave para las exportaciones de carne, especialmente en un escenario donde otros destinos tradicionales como Estados Unidos imponen barreras a países como Brasil”.

Según la especialista, en septiembre de este año, Filipinas se convirtió en el tercer mayor comprador de carne bovina brasileña, mientras que Indonesia multiplicó por seis sus compras respecto a 2024, reflejando una demanda sólida y en expansión.

“De forma general, en cuando a la demanda hay muy buenas perspectivas y la tendencia es que esos precios se sigan manteniendo así o inclusive, que continúe subiendo”, señaló.

Según subrayó esta nueva dinámica presenta tanto oportunidades como desafíos para nuestro país. Por un lado, continúa avanzando en la diversificación de sus mercados, con gestiones diplomáticas y sanitarias que buscan facilitar el acceso a destinos asiáticos no tradicionales. Por otro lado, entra en competencia directa con exportadores de gran escala como Brasil o Australia, que ya están bien posicionados en esa región.

“Cuantos más mercados tenga abierto un país, más resiliente será su comercio”, sostuvo.

Además de ampliar destinos, Paraguay tiene otra carta por jugar, la diferenciación de su producto. Su carne, reconocida por su calidad y en gran parte terminada a pasto, podría conquistar nichos de alto valor si se logra avanzar en la certificación y posicionamiento premium.

Con una demanda internacional sostenida y un mapa comercial en transformación, el Sudeste Asiático aparece como un motor de crecimiento para la carne sudamericana.