El mercado internacional de la carne vacuna atravesó en 2025 un año de desafíos, pero también de aprendizajes estratégicos para los países exportadores. Así lo analizó Marcelo Secco, CEO de MBRF en Uruguay, en una extensa entrevista con Rurales El País, donde repasó el comportamiento del negocio, los factores que influyeron en los precios y las perspectivas para el próximo año.

Secco destacó que el ejercicio estuvo marcado por un proceso de ajuste que comenzó con subas y luego derivó en una mayor estabilidad, tanto a nivel local como internacional, en un contexto global atravesado por tensiones comerciales y geopolíticas.

“El 2025 fue un año particular, con un proceso de incremento de precios que arrancó en el primer trimestre y que, llegando al final del tercer trimestre, encontró un nivel de estabilidad que se mantiene hasta ahora”, señaló Secco. A nivel internacional, explicó que la carne también vivió una apreciación en los valores de venta, aunque con desafíos permanentes vinculados al comercio global.

Entre los factores de incertidumbre mencionó la expectativa por las salvaguardas anunciadas por China, las decisiones arancelarias de Estados Unidos y el posicionamiento de Brasil como principal productor mundial. “Todo esto hizo que fuera un año donde la carne uruguaya tuvo que saber navegar de la mejor manera posible para cerrar el 2025 como un buen año desde el punto de vista de la actividad, pero con un desafío de negocio muy relevante”, afirmó.

Menor oferta y presión sobre el precio de la hacienda

Uno de los ejes centrales del análisis fue la menor disponibilidad de animales y su impacto directo en los valores del ganado. Según Secco, el precio de la hacienda en Uruguay mantiene una alta correlación con los precios de exportación, pero en 2025 se sumaron elementos que intensificaron la presión.

“A la apreciación de la hacienda se le sumó la restricción de la oferta, la relación flaco-gordo y el valor de la reposición, lo que condujo a restringir aún más la oferta”, explicó. A esto se agregó la exportación de ganado en pie, un escenario de granos baratos y condiciones climáticas favorables, que incentivaron la producción de kilos y redujeron la disponibilidad para faena.

Para Secco, de acuerdo al comportamiento de los precios de exportación, el mercado aún no terminó de mostrar todas sus cartas. “Para poder formar un equilibrio todavía nos falta algún dato relevante”, advirtió, señalando que el cierre de año suele ser un período donde los mercados no se expresan con claridad.

En ese sentido, remarcó que en China aún resta conocer el alcance real de las salvaguardas, mientras que también es clave observar la oferta de Brasil y Argentina. “Todavía es muy difícil saber si estamos frente a una formación de precios de exportación transparente o si falta alguna noticia para terminar de definir los valores”, sostuvo.

El confinamiento gana protagonismo en la faena

El ejecutivo de MBRF resaltó el crecimiento del ganado terminado a corral dentro de la faena nacional, donde cerca del 30% de los novillos provienen de sistemas intensivos. “Tengo expectativas de que este porcentaje se mantenga”, afirmó.

Según explicó, la combinación de grano barato, mejoras en el manejo productivo, una reposición más pesada y una dinámica comercial más amplia que va más allá de las cuotas, hacen pensar que la producción a corral llegó para quedarse. “Y si el negocio lo amerita, puede crecer”, añadió.

Hormonas: una discusión que Uruguay debe darse

Uno de los puntos más sensibles abordados por Secco fue el debate sobre el uso de hormonas en la producción de carne, una herramienta habilitada en otros países competidores. “Uruguay se merece una revisión de algunas restricciones productivas e industriales que responden a compromisos históricos”, afirmó.

El CEO de MBRF consideró válido discutir estos temas de forma ordenada entre el sector privado y la administración. “Levantar algunas de estas restricciones, como el uso de hormonas, permitiría destrabar el crecimiento a nivel productivo”, señaló, subrayando que se trata de una discusión necesaria para mejorar la competitividad.

Estados Unidos: un mercado clave para 2026 y 2027

En cuanto al mercado estadounidense, Secco fue claro al señalar que enfrenta un problema estructural de oferta que lo obliga a mantener un flujo relevante de importaciones. “Todo indica que el 2026 e incluso el 2027 van a ser años con valores muy atractivos”, afirmó.

No obstante, advirtió que los precios ya alcanzaron niveles que comienzan a restringir el consumo interno. “No creo que los valores se sigan apreciando, pero sí que Estados Unidos seguirá siendo un mercado muy importante para los proveedores de carne del mundo”, agregó.

Sobre China, el ejecutivo sostuvo que el foco estará puesto en el contenido y la forma de las medidas de salvaguarda. “Sea cual sea la medida, China va a seguir siendo un mercado relevante para Uruguay”, afirmó, aunque reconoció la creciente competencia de otras proteínas como el pollo y el cerdo.

En el caso de Europa, remarcó la caída en la producción bovina y la falta de avances en el acuerdo Mercosur–Unión Europea. “Es un mercado con buenos precios en los cupos y que necesita seguir importando, pero sin nuevos espacios para crecer mientras no haya acuerdo”, explicó, destacando el rol de Argentina en la formación de precios.