Estados Unidos es uno de los actores centrales del mercado cárnico mundial, destacándose no solo como principal productor y consumidor de carne, sino también como un importante importado.
Actualmente atraviesa una situación crítica en términos de stock ganadero, alcanzando su nivel más bajo desde la década de 1950, con un total estimado de 87 millones de cabezas.
Según indicó a Valor Agro Juan Lema, director Comercial de Agromeals, el país se encuentra en plena fase de retención de hembras, lo cual se refleja en dos indicadores principales: una disminución en el ingreso de hembras a los feedlots y una menor faena de estas categorías.
A esto se suman factores estructurales como condiciones climáticas adversas, altos costos de producción a pasto y restricciones sanitarias a las importaciones de ganado en pie desde México. Como resultado, los precios del ganado se han disparado, con valores récord en el mercado.
Este conjunto de factores ha llevado a Estados Unidos a alcanzar los precios de la carne más altos de los últimos tiempos, con el novillo cotizando cerca de 8,5 dólares por kilo. A esto se suma la salida de Brasil como proveedor, que hasta ahora aportaba alrededor de 250.000 toneladas anuales. La exclusión de uno de sus principales abastecedores agrava aún más la situación, en un contexto donde la demanda de carne sigue siendo elevada.
En este contexto, sostuvo que la necesidad de carne importada se intensifica, particularmente de carne magra, utilizada para equilibrar la carne más grasa producida internamente en sistemas de feedlot. “Esta combinación es fundamental para la elaboración de hamburguesas, producto que representa aproximadamente el 50% del consumo de carne en Estados Unidos”, dijo.
La reciente medidas arancelarias que el país norteamericano aplicó a Brasil, abren una oportunidad concreta para otros exportadores como Paraguay.
La posibilidad de que Paraguay acceda a una mayor participación en el cupo anual compartido de 67.000 toneladas representa una excelente noticia, dado que su producción responde bien a los requerimientos del mercado estadounidense en términos de calidad y tipo de carne demandada.
