Tras varios años marcados por la sequía, la ganadería paraguaya atraviesa una etapa de recuperación climática que plantea condiciones óptimas para mejorar los índices reproductivos.
En este contexto, Hugo Pistilli, propietario de Selección Genética, sostuvo que “este es el año para un mejor servicio de primavera y para la implementación de la Inseminación a Tiempo Fijo (IATF)” atendiendo que en los últimos seis meses de lluvias constantes han generado un escenario alentador en términos de disponibilidad de pasto y condición corporal de los animales.
Según Pistilli, “las vacas están pariendo en buena condición corporal, cosa que no se veía desde hace cuatro o cinco años”, lo que permite anticipar que el servicio de primavera será mucho más eficiente que en campañas anteriores. Bajo estas condiciones, muchos productores podrán incluso adelantar y acortar sus periodos de servicio: “los que tenían servicio de 5 meses van a poder adelantar y acortar a 4, y los de 4 deberían tratar de estacionar a 3 meses”, recomendó.
Y añadió: “Cuanto más estacionado sea el servicio, mayor será la cabecera de parición y, en consecuencia, aumentará el porcentaje de vaquillas que ingresan al servicio”.
Sin embargo, sostuvo que este panorama positivo convive con desafíos estructurales que requieren atención urgente. Uno de los principales es la escasez de vaquillas de primer servicio y vacas solteras, categorías que habitualmente sostienen los altos porcentajes de preñez.
Esta merma es resultado de la venta masiva de vientres en años anteriores, incentivada por los precios récord del ganado. “Este año vamos a tener pocas vaquillas de primer servicio y pocas vacas solteras, que son las dos categorías que siempre aumentan el porcentaje general de preñez”, lamentó Pistilli.
Por ello, si bien el clima acompaña, es indispensable combinar esta oportunidad con estrategias de manejo adecuadas. El experto subrayó que la eficiencia no se logra solo con genética. “En la pirámide de producción, la genética está último. Primero viene el manejo, la planificación, la nutrición estratégica y la infraestructura para hacer bien los servicios”, explicó.
Desde el punto de vista genético, también se observa una tendencia clara por parte de los productores hacia la búsqueda de calidad. “Nos están pidiendo semen de toros probados. Se busca facilidad de parto, buenos datos al destete, para poder tener terneros más pesados”, señaló.
El objetivo a mediano plazo es revertir la tendencia descendente de marcación, que a nivel país ronda el 52%. Para ello, Pistilli propone un enfoque integral que combine sanidad, manejo y retención de vientres. “Tenemos una merma del 15 al 20% entre la preñez y la marcación, y son esos puntos los que tenemos que mejorar. Lo que siempre digo: hay que tratar de subir unos puntos en preñez y bajar unos puntos en merma”, alegó.
También instó a los productores a tomar decisiones pensando en el futuro del rubro, más allá del atractivo actual del mercado: “Muchos van a querer efectivizar y vender las vacas que no preñan, pero creo que, como país, como técnicos y productores, tenemos la responsabilidad de aumentar los vientres lo antes posible. Y eso se consigue con trabajo, no hay otra cosa”, dijo.
El carimbo 7 aparece en el horizonte como un símbolo de recuperación posible, siempre que “se tomen decisiones estratégicas hoy”.
