La Comisión Nacional de la Competencia (Conacom) publicó este pasado 23 de diciembre un estudio integral sobre el mercado de la carne bovina en Paraguay, en el que analiza la estructura, dinámica y comportamiento competitivo de la cadena. El informe reconoce el fuerte crecimiento exportador del sector, pero advierte que este desempeño se desarrolla en un contexto de alta concentración industrial, con impactos directos sobre la competencia, la formación de precios y el abastecimiento del mercado interno.
“El presente estudio buscó analizar de forma integral la estructura, dinámica y comportamiento competitivo del mercado de carne bovina en Paraguay”, señala el documento, destacando la relevancia económica del sector “por el lado del aumento de las exportaciones y su aporte en la balanza comercial”.
Según la Conacom, Paraguay superará los US$ 2.000 millones en exportaciones de carne bovina al cierre del 2025, lo que implicará “un incremento del 18% respecto al año anterior”. Este posicionamiento ubica al país entre los principales exportadores a nivel global.
No obstante, el organismo advierte que “las condiciones estructurales inciden en la competencia de mercado a lo largo de la cadena de valor”, y que existe “un impacto de los precios de exportación en los precios al consumidor final, así como sobre el suministro de carne bovina para el consumo local”.
Alta concentración en el eslabón industrial
Uno de los puntos centrales del estudio es la estructura del sector frigorífico. La Conacom concluye que “tres entidades concentran, en promedio, el 70% de la faena nacional”, lo que configura “un oligopolio en la oferta de carne y un oligopsonio en la demanda de ganado bovino”.
El informe remarca que esta situación se ve reforzada porque “la baja tasa de entrada de nuevos frigoríficos y la elevada inversión inicial requerida, refuerzan las barreras estructurales que limitan la dinámica de competencia en este eslabón de la cadena”.
Por otro lado, el estudio reconoce como un elemento favorable la incorporación de nuevos competidores. “La entrada de nuevos competidores al eslabón industrial de la cadena es positiva”, afirma la Conacom, citando el caso del Frigorífico Victoria S.A.
Según el documento, esta incorporación permitió que el índice de concentración IHH “disminuya de 2.569 puntos en mayo del 2024, a 2.161 puntos en agosto del 2025”, aunque el mercado sigue siendo considerado altamente concentrado.
Paralelismo de precios en la compra de ganado
Otro punto relevante es el comportamiento de los precios pagados al productor. La Conacom señala que “existe un alto grado de paralelismo de precios de compra de ganado, con coeficientes de correlación superiores a 0,8 entre los principales frigoríficos”.
Esto implica que “las variaciones de precios de compra del ganado son altamente paralelas entre los frigoríficos analizados”, un fenómeno que limita la competencia efectiva por la hacienda.
El precio internacional manda en el mercado interno
El estudio es explícito respecto a la formación de precios. “Aplicando métodos estadísticos y econométricos, se ha verificado que el factor que más influye en el precio final de la carne y en el precio pagado al ganadero, es el precio internacional promedio de exportación”.
La Conacom aclara que este impacto “tiene mayor incidencia en el traslado a los precios de venta al público, que sobre el precio pagado al ganadero, donde la transmisión es menor y más lenta”. En términos concretos, “si los precios de exportación de carne bovina aumentan, estos provocan un aumento en el precio de la carne al consumidor local”.

Exportación prioritaria sobre el consumo interno
El informe también pone cifras a la orientación exportadora del negocio frigorífico. “En promedio, al cierre de noviembre de 2025, el sector industrial frigorífico exportó el 91% de su faena, quedando solo el 9% para el mercado local”.
Para la Conacom, esto confirma que “el foco principal del negocio frigorífico es la exportación, y este se prioriza por sobre el mercado local”, lo que explica “la relevancia que los precios de exportación tienen en la configuración de los precios en el mercado nacional”.
Concentración y asimetrías también en la producción
El análisis alcanza al sector productivo, donde se observa una fuerte desigualdad. “El 60% del hato (más de 7 millones de cabezas) está concentrado en el 1,2% de los productores ganaderos del país”, mientras que “el restante 40% pertenece al 98,8% de productores”.
Según la Conacom, esta estructura “podría resultar en asimetrías en el poder de negociación”, ya que los grandes productores cuentan con mayor margen para negociar precios, mientras que los pequeños y medianos quedan posicionados “en un escenario de tomadores de precios”.
Recomendaciones para reducir la concentración y mejorar la competencia
En función del estudio, la Conacom recomienda una serie de medidas orientadas a mejorar la competitividad y el equilibrio del sector. Entre ellas, insta al Ministerio de Agricultura y Ganadería a implementar programas que “incentiven el uso de nuevas tecnologías en la producción ganadera”, con foco en pequeños y medianos productores.
También propone “promover la incorporación de nuevos actores al eslabón industrial, con el fin de reducir la concentración”, mediante incentivos fiscales y legales, y fortalecer los sistemas de información del sector, dotando al Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) de mayores facultades para recopilar datos clave de la cadena.
Finalmente, recomienda al Ministerio de Industria y Comercio y al Senacsa “promover la facilitación de los mecanismos de importación de carne bovina”, así como fomentar la inversión en mataderos locales, con el objetivo de “disminuir el impacto de los precios internacionales de la carne, abasteciendo el consumo local”.
