El índice de precios de la carne de la FAO alcanzó en agosto un promedio de 128 puntos, un nuevo máximo histórico. Supone un aumento de 0,6 % respecto a julio y de 4,9 % frente al mismo mes de 2024.
El alza se debe principalmente a los precios de la carne de vacuno y ovino. El vacuno marcó un nuevo récord impulsado por la fuerte demanda de Estados Unidos, que elevó las cotizaciones australianas. A la vez, China sostuvo los precios de exportación de Brasil pese a la caída de ventas a EE.UU. por los aranceles adicionales.
La carne de ovino encadenó su quinto mes de subidas por la escasez de oferta exportable en Oceanía. Parte de la producción se destinó a mercados más lucrativos como Reino Unido y Estados Unidos, lo que limitó el suministro global.
En contraste, los precios de la carne de cerdo se mantuvieron estables, reflejo de un equilibrio entre oferta y demanda mundial. Por su parte, la carne de ave experimentó un descenso, presionada por la abundante oferta exportable de Brasil.
Aunque el país sudamericano declaró libres de influenza aviar a sus granjas comerciales en junio, varios socios comerciales mantuvieron restricciones a la importación. Esta situación redujo la demanda internacional y provocó una mayor disponibilidad de producto en el mercado.