El director de Sola Marca, Fernando Ortiz, analizó el impacto de las lluvias tempranas en el mercado ganadero tras años de déficit hídrico. Destacó la recuperación en los valores de reposición y las expectativas de un panorama más favorable para 2025, siempre que “las condiciones climáticas se mantengan estables”.
En entrevista con Valor Agro mencionó que, si bien se está saliendo de un invierno durísimo, muy complicado y con varios años de déficit hídrico importante, la situación está cambiando con lluvias tempranas y dispersas en casi todo el país, algunas de ellas con buenos acumulados.
Estas precipitaciones se han registrado en la zona central de Boquerón, el norte de Alto Paraguay, áreas cercanas al río Paraguay y hacia el oeste. Ortiz señaló que se ha producido un cambio radical en el clima en comparación con hace 45 a 60 días, cuando parecía que la espera por las primeras lluvias sería más larga.
Recordó que el año pasado las primeras lluvias ocurrieron entre el 23 y 25 de noviembre, mientras que este año se registraron casi un mes antes, algo poco habitual según el régimen de lluvias, especialmente en el Chaco, donde normalmente las precipitaciones comienzan entre noviembre y diciembre.
“Esto trajo un alivio inmediato y tranquilidad para los productores, frenando la salida de hacienda gorda hacia las industrias. Las lluvias sostenidas durante cuatro o cinco semanas consecutivas, aunque no muy abundantes semanalmente, han sumado un buen acumulado. Creemos que todavía hay margen para que se registren algunos puntos por encima del promedio hasta fin de año”, detalló.
Ortiz indicó que el ganado gordo a campo está escaso y será aún más difícil de encontrar con las lluvias previstas para noviembre y diciembre, que suelen ser meses lluviosos.
Añadió que esta situación también ha impulsado la demanda de ganado de invernada en el mercado de reposición, con una recuperación significativa en los valores, acercándose a los máximos registrados durante la zafra del carimbo 4, en abril y mayo. “Existe una recuperación realmente importante, producto de estas lluvias de los últimos 30 días”, aseguró.
Respecto a las expectativas para el cierre del año y el inicio de 2025, señaló que se espera un movimiento significativo en el mercado de reposición. No obstante, advirtió que los años de condiciones climáticas adversas han afectado los índices productivos, como preñez, destete y peso de los terneros.
Ortiz destacó que se observa una tendencia de reducción del hato ganadero desde hace varios años, lo que impactará en la oferta de animales de reposición al menos durante los próximos dos años. Sin embargo, cree que esta situación podría normalizarse en los próximos años si se cuenta con un clima medianamente estable.
“Los últimos cuatro o cinco años han sido muy complicados, llevando al límite a los productores. En algunos casos, especialmente en la cría, tuvieron que descargar sus campos casi por completo, mientras que los campos de invernada no pudieron reponer conforme a lo habitual”, explicó.
Agregó: “Esto inevitablemente se reflejará en los precios de la reposición y también en los precios de la industria, ya que habrá una menor oferta de animales para la faena”.
Consultado sobre el panorama para 2025, indicó que podría ser más favorable para los productores ganaderos si se dan condiciones climáticas adecuadas que permitan una planificación a mediano plazo.
Destacó que la recuperación de los campos no es inmediata tras las lluvias, ya que requiere varios meses para la floración y el crecimiento de las pasturas, alcanzando un estado óptimo de receptividad. Calculó que este proceso de recuperación no solo abarcará 2025, sino también 2026 y 2027.
“Si los próximos tres años son medianamente favorables, se podrá recuperar gran parte del stock ganadero, con una importante recomposición. Esto incentivará especialmente la cría, ya que el valor de la reposición del ternero alcanzará precios muy buenos, como ha sido habitual históricamente”, afirmó.
Concluyó señalando que este escenario será atractivo si los tiempos son razonables y se logra equilibrar la ecuación del invernador. Añadió que esto dependerá de factores como el clima y el mercado internacional, que actualmente muestra una fuerte demanda sostenida de carne vacuna. “No hay un límite claro; la demanda es fuerte, sostenida, y esto será beneficioso para el país”, finalizó.