La integración entre ganadería, agricultura y forestación dejó de ser una tendencia para convertirse en una estrategia adoptada por cada vez más productores. La búsqueda de suelos más eficientes, sistemas mixtos y mayor productividad por hectárea impulsa esta transformación.

Así lo afirmó el presidente de la ARP Caazapá, Roberto Giménez Burró, durante una conversación con Valor Agro, donde destacó la evolución del pensamiento productivo en los últimos años.

“La clave es seguir profundizando la simbiosis entre los sistemas. Ese modelo permite una productividad sostenible en el sector”, señaló.

En el sector ganadero, subrayó que es fundamental integrar lo forestal con el sistema silvopastoril y, en agricultura, aplicar rotaciones más inteligentes y modelos mixtos. Esta combinación, según Roberto, potencia la eficiencia del uso del suelo y genera mayores retornos por hectárea.

El crecimiento de nuevas industrias forestales en Caazapá también está impulsando la plantación de árboles combinados con ganadería. “En el sistema silvopastoril, el campo produce en dos pisos: arriba el árbol y abajo la ganadería. La productividad por hectárea es superior a hacer solo forestación o solo ganadería”, explicó.

El productor destacó que la forestación no debe verse como una amenaza, sino como un complemento que agrega valor a la propiedad y fortalece la sostenibilidad de todo el sistema productivo.

Un enfoque que transforma la economía del productor

La integración de sistemas permite al productor diversificar ingresos, aprovechar mejor los recursos y estabilizar su flujo financiero. Además, genera mayor eficiencia productiva y sostenibilidad ambiental.

Roberto concluyó que, cuando se combinan correctamente, agricultura, ganadería y forestación no solo coexisten, sino que se potencian mutuamente, consolidando un modelo productivo sólido y con visión de futuro.