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Ganadería brasileña enfrenta ajuste de oferta y espera precios más firmes en 2026

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Ganadería brasileña enfrenta ajuste de oferta y espera precios más firmes en 2026

Se prevé que la ganadería brasileña entre en 2026 en un período de ajustes estructurales, con una disminución de la oferta de animales tras un año de intenso sacrificio de hembras. El ciclo de sacrificio, iniciado en 2023, aumentó el número de vacas sacrificadas, lo que impactó directamente en la producción de terneros y la disponibilidad de ganado para engorde.

Según proyecciones de RaboResearch, se espera que la producción brasileña de carne vacuna disminuya entre un 5% y un 6% en 2026, totalizando aproximadamente 10,5 millones de toneladas en equivalente de peso en canal.

La Confederación Nacional de Agricultura (CNA), estima una caída del 4,5% en la producción en 2026 en comparación con 2025. “La reducción se debe tanto a la menor oferta de machos y hembras como al movimiento para reconstruir el rebaño, ya que los ganaderos comienzan a retener animales para mantener su ganado”, informó la CNA y fue replicado por el portal brasileño Noticias Agrícolas.

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En 2025, el sacrificio de ganado aumentó un 5,6% hasta el tercer trimestre, mientras que la producción de carne creció un 3,8%, según datos publicados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE). La participación de las hembras en el sacrificio fue del 49,9%, lo que contribuyó a la expansión del volumen total de carne, que se espera alcance los 12,02 millones de toneladas en el año, según la CNA (Confederación Nacional de Agricultura y Ganadería), lo que representa un aumento del 1,7% en comparación con 2024.

En el escenario global, también se espera que la oferta sea limitada, ya que grandes productores como Estados Unidos, Australia, Argentina y la Unión Europea tienen restricciones de hatos para faena, con una caída proyectada del 5% en la producción mundial de carne vacuna para 2026, según destaca Rabobank.

En el primer semestre del año, el mercado enfrentó una presión negativa sobre los índices de referencia debido al aumento de la oferta de vacas y novillas para sacrificio, así como al anuncio de aranceles adicionales a la carne de res brasileña por parte de Estados Unidos. La recuperación comenzó en el segundo semestre, cuando el volumen de animales terminados disminuyó y la demanda externa se mantuvo sólida.

Según Cepea, el aumento del volumen de animales en los corrales de engorde y la mayor participación de las ventas mediante contratos alteraron la dinámica de comercialización del sector. «Con una parte significativa de la oferta ya negociada con antelación, los frigoríficos redujeron sus compras en el mercado spot durante el segundo semestre, lo que contribuyó a un ligero aumento de los precios», informó Cepea.

A lo largo de 2025, las tasas de ocupación de los corrales de engorde se mantuvieron altas, con un incremento del 18,5% en octubre de 2025 respecto al mismo mes de 2024. El costo relativamente bajo del alimento y de los animales de reemplazo favoreció la rentabilidad de los sistemas intensivos, manteniendo la oferta de ganado terminado en niveles adecuados en el corto plazo.

En promedio en el año, el precio de la arroba de ganado gordo subió 22,4% respecto a 2024, según el indicador Cepea, con especial énfasis en el segundo semestre del año, cuando la contratemporada y la menor oferta de animales terminados sostuvieron los precios.

En octubre de 2025, los contratos de futuros para febrero de 2026 registraron precios superiores a R$ 330 por arroba, lo que indica un aumento previsto de hasta un 10 % en comparación con el mercado físico. Sin embargo, la tendencia a la recuperación dependerá de la evolución de las condiciones externas, como la posibilidad de nuevos aranceles por parte de China y el mantenimiento de las restricciones a las importaciones por parte de Estados Unidos.

Los precios del ganado terminado entran en 2026 con una tendencia al alza.

A partir del segundo trimestre de 2026, la tendencia apunta a una mayor recuperación de los precios, impulsada por ajustes en la oferta. Se prevé una reducción del porcentaje de hembras en el total sacrificado, tras un período prolongado de altas tasas de sacrificio. Además, el volumen de ganado engordado debería ser ligeramente inferior al registrado en 2025, lo que contribuiría a un entorno de precios más sostenido.

A pesar de las perspectivas positivas, el mercado sigue de cerca los riesgos del panorama internacional. La posible aplicación de nuevos aranceles por parte de China y el mantenimiento de los aranceles de importación por parte de Estados Unidos podrían ejercer una presión negativa sobre los precios del ganado, especialmente si se produce un impacto significativo en el ritmo de las exportaciones brasileñas.

Otro punto de preocupación es el consumo interno, que, ante la expectativa de un aumento en los precios de la carne de res, tiende a favorecer la competitividad de proteínas más económicas, como el pollo y el cerdo. «Este movimiento podría interrumpir la recuperación del consumo per cápita de carne de res en Brasil, iniciada en 2023, lo que reforzaría el papel de los ingresos y los precios relativos en las decisiones de consumo», destacó la CNA (Confederación Nacional de Agricultura).

La evolución tecnológica de la ganadería brasileña de carne explica en parte la dinámica actual del mercado. Los avances en genética, nutrición y manejo han permitido prolongar la fase de mayor oferta de hembras, prevista inicialmente para 2025. Este progreso, si bien positivo desde el punto de vista productivo, ha retrasado un ajuste más rápido de la oferta y ha complejizado el ciclo ganadero.

Para 2026, el sector se encamina hacia un escenario de precios más firmes, pero marcado por una mayor volatilidad y dependencia del entorno externo. La planificación, la gestión de riesgos y el estrecho seguimiento de los mercados nacionales e internacionales deberían ser factores clave en la toma de decisiones de los productores y los agentes de la cadena de suministro durante el próximo año.